Do Say Gay: una revisión detallada sobre sexo y género: Epílogo

Parte I: prefacio


Hemos llegado al final de este largo proyecto acerca de la diversidad sexual en el ser humano. Ha sido un trabajo arduo, con algunas pausas y dificultades en el camino, pero me siento feliz de haber podido llegar a este momento. Así que antes de cerrar por completo la serie, quiero compartir algunas reflexiones en torno a lo que ha sido el recorrido.

Cuando empecé la serie, apenas tenía dimensionado hacia dónde me llevaría. Fue un año de muchas lecturas, densas en no pocas ocasiones, y a veces con dificultad para acceder a material necesario. He estado devorando trabajos de genética, neurología, evolución e incluso sociología y estudios de género, y aunque puedo decir que sé mucho más de lo que conocía en un principio, sé bien que sigo estando lejos de todo lo que puedo llegar a conocer en el vasto tema de la sexualidad humana, tanto a nivel científico como humanista. No espero ampliar este proyecto, pero sí afinar y pulir algunos aspectos de los que aún puedo descubrir mucho más.

Esta experiencia también me ha servido para salir de la sombra de prejuicios y concepciones erróneas que tenía antaño, en especial por influencia de figuras escépticas y divulgadoras que han caído en el pánico de los “críticos de género” acerca de la población trans y los derechos de las mujeres. En esto me ha ayudado no sólo leer información seria y actualizada al respecto, sino también conocer a diferentes personas de la comunidad LGBT+ -antes y después de reconocerme como demisexual-, compartir sus experiencias, objetivos y preocupaciones. Y esto, a su vez, es buena parte de lo que me ha inspirado a trabajar en este proyecto, de modo que no sólo ellos sino también las personas interesadas en apoyarlos y defenderlos puedan contar con las herramientas adecuadas para hacerlo.

El mundo no ha permanecido quieto a lo largo de este año, y se han alcanzado tanto logros como afrentas a la comunidad LGBT+. El ciclo legislativo de Estados Unidos sigue presentando proyectos de ley para limitar los derechos de la población trans, y Florida permanece como un bastión político profundamente lgbtfóbico. En Reino Unido, la Secretaria de Estado para Salud y Cuidado Social utilizó poderes de emergencia para criminalizar la posesión de bloqueadores de pubertad; el gobierno conservador sigue apretando grilletes contra la TAG tras la publicación del defectuoso Informe Cass, y dada la posición de Keir Starmer, el líder del Partido Laborista, sobre el tema, todo indica que el muy probable cambio de gobierno no alivie el problema. Mientras que México prohibió las “terapias de conversión” en su territorio, Perú les abre la puerta al clasificar las identidades transgénero como problemas de salud mental. Tailandia aprobó recientemente el matrimonio igualitario, pero Irak lo hizo con una ley que castiga las relaciones del mismo sexo con hasta 15 años de prisión.

En medio de semejante panorama, ¿qué puedo entonces ofrecer yo con mi serie? Una fuente no sólo de información científica, sino también de reflexiones sobre la propia comunidad y su activismo político, así como el contexto en el cual nos estamos desarrollando. Ante la insistencia de los traficantes del odio y la desinformación de que hablan con “hechos”, ¿qué mejor que presentarles hechos respaldados? Las fuentes están en cada una de las entradas que componen este trabajo, de modo que puedan ser consultadas y verificadas. Pueden servir como una herramienta poderosa para lograr defender nuestra causa no sólo con argumentos humanistas y filosóficos, sino también científicos.

También abogo por la necesidad de fortalecer el sentimiento de comunidad entre las distintas identidades LGBT+. Existe todavía cierta división tanto dentro como fuera de la propia comunidad, así como discursos puristas sobre lo que es ser o no lo bastante queer o disidente en tu sexualidad. Por eso incluyo en la serie también comentarios y reflexiones sobre estos problemas. En un momento en que se intenta quebrar la comunidad con discursos alienantes, se requiere que seamos más cuidadosos, saber identificar las falencias de dichos discursos, y fortalecer redes de apoyo y vínculos comunitarios y de organizaciones que vayan más allá de cómo se cumplen etiquetas y categorías sexuales.

Espero entonces que esta serie sirva como una introducción útil para muchas personas a la hora de informarse mejor acerca de la comunidad LGBT+. Y quizás, a su vez, como una inspiración para que otros puedan ampliar y mejorar mucho de lo presentado aquí. Es en el espíritu de apoyarnos y desarrollarnos entre todos que una comunidad puede crecer de verdad.

Pensador Sereno

Junio de 2024


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