¡Esto es lo peor!


En cierta forma esto no es realmente una sorpresa, pero sí que era el escenario que muchos no deseábamos. La segunda vuelta de las presidenciales en Colombia han determinado que el candidato de Centro –sí, como no- Democrático Iván Duque, el cerdito malabarista y nuevo juguete de Álvaro Uribe Vélez, será el Presidente de la República por los próximos cuatro años, venciendo con un porcentaje de prácticamente 54% al candidato de la coalición Colombia Humana, Gustavo Petro –conocido en los bajos mundos como el “Hijo del Pueblo” y Lord Petrosky-, que obtuvo un 41,8% de las votaciones en medio de una abstención cercana al 47%. Mucho para pensar, mucho para lamentar, y mucho por hacer.


Es obvio que se teme mucho. El regreso de la política del “todo vale”, la persecución y señalamientos a opositores, un retroceso en derechos a las minorías, una reestructuración de los acuerdos de paz con las FARC, la supervivencia de las maquinarias corruptas que prestas se unieron a la campaña de Tocineto, una reforma a la justicia que destruya el equilibrio de poderes. Aunque se trata de mantener un tono optimista, pues en suma fueron casi nueve millones de personas (entre los más de ocho millones que votaron por Petro y 808 mil del voto en blanco) las que se opusieron al retorno del uribismo al poder, la verdad es que en estos momentos el futuro es incierto.

Lo cierto es que la mayoría sabíamos que esto iba a pasar. Aún con el repunte de Petro en las encuestas de las últimas semanas, la relación simbiótica del apoyo a Duque y Petro (a medida que el “Hijo del Pueblo” crecía en las encuestas, Tocineto subía como espuma) era algo que el mismo candidato de izquierda sabía que podía llevarlo a su derrota, y aunque las encuestadoras no han sido muy confiables (si bien se reivindicaron bastante con las presidenciales), casi todos los escenarios planteados daban como ganador al Cerdo Democrático. Ya lo había dicho Daniel Coronell a finales del año pasado: el mejor candidato presidencial para que el uribismo regresara al poder era Gustavo Petro.

Y pues dado todo lo anterior, es importante que podamos comprender qué rayos pasó, cuáles son las perspectivas para el país, y qué nos corresponde hacer.

El mito de la inocencia

Desde que se supo que Duque era el ganador, los opositores en las redes sociales, particularmente los petristas, están buscando culpables en todas partes: que Robledo, Fajardo y De la Calle desinflaron a la gente con el voto en blanco; que Coronell siempre estuvo hablando mal de Petro; que los periodistas lo desprestigiaron con cálculos mentirosos; que las campañas uribistas sólo se enfocaron en sus errores como alcalde. La realidad es que el escenario de polarización que generaron tanto Petro como Uribe en la población fue la fórmula perfecta para las elecciones presidenciales, y si hacemos un balance estricto, todos fueron responsables del resultado del domingo.

Fueron responsables los miembros de la Coalición Colombia, al evitar correr el riesgo de una consulta entre los candidatos alternativos. Aun así, si se entiende bien el contexto, recuerden que el mayor temor era que la figura polarizante de Petro se convirtiera en una importante sustracción de votantes. Y si nos atenemos a los resultados del domingo, la gran mayoría de los votos nuevos para Petro vinieron más por parte de la Coalición Colombia, votando más por pragmatismo ideológico y por cerrarle el paso a Uribe que por convicción con Petro.

Fue responsable Fajardo, al evadir una alianza temprana con De la Calle al creerse ya ganador a finales del año pasado, al mantener un parco compromiso con ideas claras que pudiera comprender el electorado, y al mostrar una inusitada indiferencia percibida como cinismo con la coyuntura del país en una serie de estúpidos tuits sobre el voto en blanco. Sospecho que acaba de matar su futuro político, y dado que afirmó que no volvería a lanzarse a un cargo de gobierno, francamente es lo mejor a estas alturas.

Fueron responsables buena parte de los medios de comunicación al prestarse de la manera más vulgar y descarada a un sesgo a nivel de entrevistas, donde mientras servían distintos ataques a Petro, a Duque sólo le pedían que hiciera acrobacias y adivinara canciones de rock, como si se tratara de una audición para el Cirque du Soleil, y no de las elecciones para definir el rumbo del país en los próximos cuatro años. Pan y circo en su mejor expresión.

Fue responsable Santos al darle alas al uribismo para calibrar fuerzas con el fiasco del plebiscito sobre los acuerdos de paz con las FARC sin molestarse siquiera en hacer una buena pedagogía sobre el asunto, sin disipar los temores de la población, sin hacer comprender que no había ni castrochavismo ni “ideología de género” en el documento, y sin frenar la absurda desinformación proyectada por el –dizque- Centro Democrático.

Y si se quieren sentir aliviados los petristas, ni sueñen. Fue responsable el mismo Petro como ningún otro. Empezó criticando la inicial alianza de la Coalición Colombia como un grupo que pretendía disminuirlo, resaltando de forma soberbia su importancia para vencer al uribismo. Jamás fue capaz de llamar ni a los izquierdistas moderados ni a la gente de posturas más centristas. Insistió en propuestas estúpidas y peligrosas como una Constituyente, y nunca logró separarse exitosa y convincentemente de su admiración por Chávez ni de sus coqueteos con el régimen de Maduro, contribuyendo por cuenta propia con el fantasma del castrochavismo que tanto lo persiguió. Y como ya lo mencioné en mi análisis sobre la primera vuelta, a pesar de sus importantes logros como senador, también tuvo suficientes fallos dentro del Congreso y la Alcaldía de Bogotá como para hacer dudar de su carácter. Todas estas cosas, aunque ustedes no lo crean, espantan a la gente.

Ni qué decir que tampoco ayudaron muchos de ustedes durante estas semanas, pero podemos ignorar eso dado el caudal de votos que llegaron a las toldas de Petro. Pero haré de cuenta que los demás ignoraron sus hermosas formas de pedir apoyo.

Y finalmente, los mayores responsables fueron los diez millones de colombianos que votaron por Duque. El resultado de las elecciones demostró que somos un país ignorante, conformista y egoísta. A los votantes no les importó que Uribe lleve cientos de investigaciones encima, que casi todos sus servidores en ocho años de su gobierno están investigados o ya presos, que cometió y propició delitos durante su mandato, que pone en peligro a opositores cada vez que los señala de “pro-FARC”, que la campaña de Duque se haya centrado en hablar de la crisis de Venezuela –vi a varios venezolanos celebrando el triunfo del porcino; ya llegaré a eso-, que se dejen engañar con falsos hijos y abejas amaestradas y, finalmente, que todos los corruptos en la política se unieron a su lado. No: el colombiano simplemente temió volverse como Venezuela, como si estuviéramos viviendo en Finlandia, y le importó un carajo todos los delitos ocurridos en la era Uribe: todo era mentira, puras exageraciones.

Una comparación del índice de vulnerabilidad en el post conflicto (fuente) y los patrones de votación en el plebiscito de 2016 (fuente) y las elecciones del 17 de junio (fuente).

Tal como me dijo un amigo venezolano, la gente en Colombia prefirió tragarse el mito del castrochavismo que enfrentarse a la realidad de la era Uribe. Diez millones de ingenuos, desesperados, mediocres o ya de plano cínicos. La democracia siempre será un sistema cojo de gobierno mientras el pueblo carezca de la educación necesaria, los valores y la cultura para elegir a los líderes que en verdad representan progreso y respeto.

O schiava umanità, la colpa è tua.

El Show de Porky

De entrada aún no ha pasado una semana de las elecciones, y ya empezaron los cambios. Solamente el lunes, la bancada de ese adefesio mal llamado Centro Democrático logró que aplazaran en el Congreso la votación de ley de procedimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz, y aunque el presidente Santos llamó a poner la paz “por encima de los cálculos políticos”, y el Ministerio del Interior convocará sesiones extras para lograr que el debate se dé antes del 7 de agosto, todo parece indicar que de momento Uribe va ganando la partida (por suerte, recién esta tarde la Cámara rechazó el aplazamiento). Tal como manifestó el periodista Félix de Bedout en Twitter, “para hacer trizas el proceso de paz no es necesario hacer algo, no necesitan romper un papel, lo más fácil es no hacer nada, es decir simplemente no cumplir lo acordado, dejar que pase el tiempo y que el acuerdo se marchite hasta que se muera de muerte natural.

Por otro lado, ya hay otras decisiones que están peligrando. El proceso contra el magistrado Gustavo Malo, investigado por el cartel de la toga, fue aplazado hasta que se posesione el próximo Congreso; mientras tanto, las exploraciones sísmicas en tres provincias boyacenses pusieron en alerta al actual gobernador sobre la posible implementación de extracción petrolera por fracking, y aunque esta tecnología aún no está aprobada para el país, recordemos que Duque fue por mucho tiempo receptivo a la idea de implementarla. Por cierto, mi descontento con el fracking, más que los riesgos que implica toda actividad extractiva si no se regula bien, es con la pertinencia de aplicarlo en momentos en que deberíamos reducir gradualmente la dependencia a combustibles fósiles.

También está el hecho de que el proyecto de ley sobre la regulación de alimentos no saludables fue mutilado en la Cámara (si se preguntan qué tendría que ver esto con Duque, recuerden que como senador, junto a Robledo, fue el principal opositor al impuesto sobre las bebidas azucaradas, que van incluidas en este paquete), pero como este fue aprobado luego de una impresionante modificación, y no tengo claro quiénes se opusieron, prefiero no especular.

Y por si fuera poco, los nombres que se barajan para el gabinete ministerial del Tocineto ya son como para llorar: Alberto Carrasquilla (sí, ese que dijo en 2008 que el salario mínimo colombiano era ridículamente alto) repetiría como Ministro de Hacienda luego de desempeñar ese cargo en la era Uribe; Carlos Holmes Trujillo en Relaciones Exteriores; Viviane Morales en Interior (podría ser peor, como el Ministerio de Educación); y otros nombres de personas ya vinculadas al senador Uribe, lo que habla muy mal de su supuesta independencia y cambio generacional; ya Alicia Arango, otra de los posibles ministeriales, dijo que aunque Iván ganó la Presidencia, “tenemos claro que Uribe es nuestro jefe”. Jóvenes serán muchos, quizás, pero en cuando a ideología política son los mismos dinosaurios de siempre.

Si acaso, el único consuelo es que Óscar Iván Zuluaga y el temible Ordóñez podrían ser enviados al exterior como embajadores. El principio de Dilbert en su máxima expresión: el nuevo Presidente sabe quiénes son un estorbo para su popularidad y su percepción de impoluto y nuevo, y decide enviarlos a donde la opinión pública no pueda percibir sus corrupciones y estupideces. No sería nada tonto Uribe en ese caso; no Duque, porque él no es el jefe.

Porque al final, la realidad es que Duque no es más que un muñequito fabricado para un país mojigato y poco educado como lo es cobarde. No es extraño que el New York Times lo defina como un conservador populista que recogió las banderas de Uribe y la intolerancia del pueblo, y la BBC lo balancee entre ser un títere y un rockstar. Joven, lo bastante nuevo en la política para no estar demasiado untado (aún esperamos su asociación con el caso Odebrecht), sin el carácter, influencias o peso de apellido que tuvo Santos, y con apariencia progresista para atraer a los indecisos poco izquierdistas, aunque siendo lo bastante tradicional para defender las arcaicas nociones sociales que tanto maravillan a mucha gente en uno de los países más conservadores de América Latina, Duque fue la fórmula exitosa para el regreso del uribismo a la Casa de Nariño después de ocho años de oposición. Habrá que ver si mantendrá el paso de su tutor, o decidirá “traicionarlo” como en su momento pasó con Santos, pero sería muy ingenuo esperar a que pase.

Encuentro particularmente gracioso que ya haya seguidores que se sienten desilusionadas con el triunfo de Tocineto por cosas como el aplazamiento de la votación por la JEP y Vivian Morales como miembro del gabinete ministerial. Es tristemente risible que entre ellos se encuentre Clara Rojas, quien fue una de las que defendió que los acuerdos de paz se mantuvieran. A todas esas personas les pregunto: ¿a qué diablos creían que se estaban uniendo cuando decidieron apoyar a Duque, entonces?


Simón el bobito

Me causa también curiosidad que hay muchos venezolanos celebrando el resultado de las elecciones en Colombia como un “triunfo de la democracia”. Ingenuamente, muchos de los que ya están viviendo en Colombia nos pedían de forma constante que no votáramos por Petro, que ese era el camino a repetir la tragedia de su país. Digo ingenuamente porque es obvio que de historia de Colombia saben muy poco, y porque además venir huyendo de un país con una dictadura atroz y una crisis económica y social que parece no tener fin puede oxidarle el criterio a cualquiera. No estoy pretendiendo menospreciar a ningún venezolano, pero que una página como Carnaval Tercermundista (la cual, a pesar de todo, me gusta mucho y disfruto ver sus tiras; las recomiendo de hecho) felicite a Colombia “por no haber elegido hacer 10 horas de cola por un kilo de pollo” es un poco enervante, más o menos como cuando ustedes se encuentran en otro país a un cretino defendiendo a Chávez o a Maduro porque regalaron casas y subsidios a los más pobres.

En serio, pasen por su página: es divertida, y muy buena. Y por cierto, los que más quieren echar a los venezolanos de Colombia son de hecho los que eligieron presidente el domingo.

Y antes de saltar a explicar por qué creo que Duque es mucho peor que Petro, y para que nadie me joda con que estoy siendo muy mamerto, ya he dejado muy en claro en este blog lo que pienso de Maduro y el régimen chavista (enlaces aquí, aquí y aquí), lo que pienso de Petro (aquí y aquí) y de gran parte de la izquierda latinoamericana en general (aquí, aquí y aquí).

Pasa, amigos venezolanos, que desafortunadamente teníamos a un candidato que no es más que la marioneta de un expresidente que estuvo ocho años en el poder, que manipuló al Congreso para modificar la Constitución y hacerse reelegir (¿a quién se les parece?), que quiso modificarla aún más para hacerlo de forma indefinida (¿a quién se les parece, que además sí logró hacerlo?); persiguió e hizo seguimiento a opositores como magistrados, periodistas y otros políticos (¿a quién se les parece?); tiene nexos con delincuentes (¿a que hay muchos así en su país?); convirtió el sector salud en una bolsa de crisis donde debes esperar meses para una atención muchas veces incompetente, y donde muchos medicamentos ni siquiera son cubiertos (¿a quién se les parece?); tiene, ahora, la mayor parte del Congreso en su bolsillo para hacer lo que le venga en gana (¿a quién se les parece?), incluyendo decenas de corruptos, de los cuales algunos tienen departamentos como la Guajira con niños muriendo literalmente de hambre (de nuevo, ¿a quién se les parece?); pretende fusionar las Altas Cortes para crear un solo organismo judicial a su favor (en serio, ¿a quién se les parece?) y encima elegir Fiscal General prácticamente a dedo (¿en serio tengo que preguntarles?). Y por si fuera poco, tiene entre sus filas a fundamentalistas que pretenden destruir todos los pocos logros en materia de derechos sexuales, reproductivos y de salud. ¿De verdad me quieren hacer creer que el mayor peligro para Colombia era Gustavo Petro?

Oigan, estamos de acuerdo en que el proyecto económico de Lord Petrosky era muy populista y poco tranquilizador. Pero las ideas del Tocineto de reducir los impuestos a las empresas, aumentar la extracción de combustibles fósiles y favorecer la importación de productos son muy negativas por sí solas, y ustedes saben mejor que yo que fue la dependencia a dos de esas medidas económicas, sumada a otras medidas estúpidas como el control de precios y tasas de cambio, lo que propició la crisis económica de Venezuela. Y eso es sólo la economía, que en materia de desigualdad e irrespeto a la diversidad y la oposición de pensamiento andamos cerquita ambos países. Si ustedes temían que con Petro tuviéramos que hacer fila diez horas por un kilo de pollo, yo temo que con Duque mi familia tenga que pasar diez días corriendo para encontrar un jarabe de Fluoxetina, tengan que pagarlo de su salario, y encima los agarren a piedra por quejarse del gobierno.

Por lo demás, mucha fuerza para ustedes. Tristemente Maduro se aferró nuevamente al poder, y no se ve una salida pronta en el horizonte. Pero no desfallezcan.

Y ya que estamos en esas, que los colombianos se remanguen la camiseta y entiendan que la cosa no termina con las elecciones. Empecemos por dejar de gritar “¡fraude!” cada vez que nuestro candidato no ganó: a no ser que haya una evidencia muy sólida (y no estoy negando el tema de los E-14), no sirve de mucho. Nunca creí que los resultados de 2010 fueran fraude del gobierno (que no manipulación y desprestigio, que de ambos hubo y mucho), pues con el prestigio que a pesar de todo tenía Álvaro Uribe, seis millones de votos de diferencia son perfectamente explicables. Con Duque puede generar un poco más de dudas, pero la realidad es que todos sabemos que en segunda vuelta muchos votan por inercia por el que ven ganador, y Gustavo Petro era un candidato que despertaba miedo en la población. A no ser que el Fiscal haga un milagro con su dichosa revelación, los doce puntos porcentuales de diferencia entre Duque y Petro son evidencia de la figura política que sigue siendo Uribe.

Pero tampoco nos podemos achantar ni hacerle caso a los idiotas que dicen que nos toca trabajar, que ni Duque ni Petro tienen culpa de nuestra situación. No, déjense de joder con esa premisa de tarado mental. Esto no es El secreto, ni un libro de Paulo Coelho donde el Universo te da lo que deseas: la corrupción e ineficiencia de las entidades públicas del país, y el abuso de las privadas, fomentan la desigualdad, la pobreza y la inseguridad en Colombia, y esas cosas no van a cambiar simplemente porque bajes la cabeza y te dediques a tu trabajo. No, en esto hay que seguir el ejemplo de los venezolanos, de los nicaragüenses (mucha fuerza para ellos también), y en últimas de muchos de nosotros mismos que en varias ocasiones marchamos contra torpes reformas a la educación, contra la violencia de guerrillas, paramilitares y actores del Estado, y contra la corrupción. Hay que mantenerse suspicaces, indignarse cada vez que nuestro futuro Presidente contemple medidas en contravía de la democracia y nuestros derechos, cada vez que tenga que complacer a los hampones que se unieron a su campaña, a los inquisidores que pretenden convertir a Colombia en otro Vaticano. Por lo pronto la Consulta Anticorrupción se votará el 26 de agosto, y aunque estoy seguro que gran parte de la gente que votó en estas elecciones se quedará en casa, ya sea por decepción o conformismo, no podemos dejar que la apatía y la desilusión nos ganen.

Millones de personas manifestamos en estas elecciones que estamos inconformes con la élite que pretende gobernarnos. Nos corresponde convertir ese descontento en una herramienta de control sobre nuestros líderes.

Adenda 1: ¿cuál será la dichosa revelación del Fiscal Martínez, que tiene que esperar hasta mañana jueves para hacerla? Tres semanas agonizando por sus supuestos escrúpulos morales, cuando sabemos que siempre ha respondido a cálculos políticos.


Adenda 2: los colombianos en el Mundial de Rusia 2018 ya han dejado un muy honroso inicio en sus interacciones culturales. No seré yo el que lamente las sanciones que han recibido (quizás la decisión de Avianca de despedir a uno de los implicados es demasiado), pero considerando que aún a pesar de todo hay gente que pretende excusarlos, creo que este meme describe bien nuestra situación actual:


Adenda 3: lo que ha hecho Donald Trump con su política de “Tolerancia Cero” hacia la inmigración es totalmente aberrante. Y aunque ha decidido, en medio de la presión nacional e internacional, firmar un decreto firmar un decreto para poner fin a la separación forzada de familias, el problema estructural de su cruzada nacionalista se mantiene. Espero hablar en los próximos días al respecto.

Comentarios

  1. Me voy a extender considerablemente. Por lo que te pido algo de paciencia y que puedas tomarte el tiempo de mirar todo el escrito.

    Eso sí, sabiamos que Petro era una figura polarizante, pero si mirmao con *objetividad*, era el menos malo y el que menos potencial de daño.
    Aunque la campaña de Petro no fue del todo sensata, la campaña del uribismo fue mucho más cochina y descarara. Basandose principalmente en miedo, odio ignorancia y prejuicios.

    Yo (y otras personas) me dediqué a desmentir varias cosas de Petro en redes sociales.

    Respecto a la militancia en el M19:
    - https://www.facebook.com/notes/hern%C3%A1n-toro/la-basura-que-se-inventa-la-ultraderecha-contra-petro/472608583161366/
    - https://youtu.be/bimwJkfwbmM
    Además de recordar que Petro llevaba diez días preso cuando ocurrió la toma del palacio, hay que recordar que él era un mando medio y era mando político más no militar, sus compañeros de lucha lo recuerdan como un hombre de ideas y no de armas
    http://lasillavacia.com/gustavo-petro-la-piedra-en-el-zapato-65419
    https://www.elespectador.com/impreso/bogota/articulo-308022-gustavo-petro-el-indignado
    https://www.elespectador.com/impreso/politica/articuloimpreso-202588-luchas-del-companero-aureliano
    Aquí está lo del palacio de justicia
    http://repository.urosario.edu.co/handle/10336/8792
    https://youtu.be/uqY9AK3BehQ

    Relacionado con lo anterior, respecto al tema de las FARC y las guerrillas (incluso decían que era supuestamente titere de las FARC).
    Petro desde el principio rechazaba posibles apoyos de las FARC
    - https://youtu.be/Gu1Sb5i718I
    - https://www.rcnradio.com/colombia/region-central/petro-extraditaria-santrich-en-caso-de-ser-culpable-de-narcotrafico
    - https://youtu.be/qVqCiwysfZ4
    Petro incluso hizo debates de la farcpolítica cuando fue senador: - https://es.wikipedia.org/wiki/Gustavo_Petro#Senado
    - https://youtu.be/-2bCbzLvY9A

    Respecto a su gestión como alcalde:
    Obvio no fue precisamente buen alcalde, pero tampoco la porquería que pintaron varios medios de comunicación
    - https://www.youtube.com/watch?v=I9TSE3DOwRk
    - http://www.bogota.gov.co/temasdeciudad/integracion-social/distrito-abre-el-centro-de-atencion-mas-grande-de-la-ciudad-para-habitantes-de-calle
    Recomiendo leer las rendiciones de cuentas y cifras de la alcaldía.
    - https://www.elespectador.com/noticias/bogota/cifras-de-petro-sobre-su-gestion-bogota-articulo-606586
    - http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16459496
    - http://fuga.gov.co/sites/default/files/rendicioncuentasdic2015.pdf
    - https://es.wikipedia.org/wiki/Gustavo_Petro#Alcalde_de_Bogotá
    - https://www.elespectador.com/noticias/bogota/buenas-calificaciones-de-bogota-finanzas-publicas-articulo-607431

    Continúa.....

    ResponderEliminar
  2. .....

    Respecto a las expropiaciones y otras cuestiones económicas:
    - https://laorejaroja.com/de-la-expropiacion-y-otros-demonios/
    - https://www.facebook.com/groups/1178193082195263/permalink/2142877209060174/?hc_location=ufi
    - https://twitter.com/jrobertoacosta1/status/1005671411908833281
    - https://www.las2orillas.co/que-implica-la-propuesta-de-reforma-agraria-de-petro/
    Además Petro nunca lo planteó ni lo hizo en su alcaldía más allá de la legislación vigente.
    Yo mismo me dediqué a explicar por qué los temores respecto a la economía y las empresas eran infundados y carentes de fundamento https://www.facebook.com/groups/1608896249370620/permalink/2051765821750325/
    Además muchas de las críticas (si se les puede llamar así) eran de tipo clasista y cargadas de prejuicios. Por ejemplo, que le iba a quitar a "la gente de bien" para mantener a los "vagos" o que "los que votan por Peto quieren todo regalado". Al parecer hablar de desigualdad, cuestionar los privilegios de las clases altas (como las exenciones trbutarias, por poner un ejemplo) o siquiera proponer salud y educación gratuita y pública para todos (porque son *derechos*), se volvió algo politicamente incorrecto en Colombia. Y eso que el que supuestamente promueve el "odio de clases" es Petro, pero esta gente si no disimula su odio y prejuicios (incluso no dudan en usar términos coo "vago", "indio" o "zarrapastroso")
    https://twitter.com/OskarAlarkon/status/992922925065015297
    https://twitter.com/cmbustamante/status/999423812918751233
    Los típicos prejuicios de que "mamertos mantenidos" o que "los pobres son pobres porque quieren o por vagos". O una frase que leí en FB que decía "Cuando le enseñas a alguien a trabajar le quitas un voto a la izquierda". Pura ignorancia y analfabetismo político, además de que se cae en la _Falacia del mundo justo_.

    Respecto a "volvernos como Venezuela" (que los dos sabemos que es algo carente de fundamento y producto de la ignorancia histórica y el analfabetismo político), que incluso Wikipedia considera el término "castrochavismo" como un sofisma https://es.wikipedia.org/wiki/Castrochavismo
    - https://voces.com.co/son-nulas-las-posibilidades-de-convertirnos-en-venezuela-con-petro-aseguran-expertos/#_=_
    - http://lasillavacia.com/pesar-de-sus-simpatias-petro-no-podria-ser-un-chavez-66412
    - https://www.facebook.com/story.php?story_fbid=1082643905207837&id=180172632121640&ref=m_notif&notif_t=story_reshare-
    - https://www.elespectador.com/opinion/venezolanizacion-pero-por-derecha-columna-747579
    https://www.facebook.com/CronicasDeRafa/videos/1834171089973516/-
    - https://www.elespectador.com/opinion/me-voy-con-petro-columna-792334
    - https://www.elespectador.com/opinion/prefiero-un-petro-debil-columna-792318
    - https://twitter.com/alternoso/status/1001158742707236874
    Además Petro ya le cuestionaba varias cosas a Chávez y reconocía que se había equivocado:
    - https://www.youtube.com/watch?v=Xdv_YaLMtWs
    - https://youtu.be/4FuGQ3R_3gs
    Y yo que me leí del programa de Petro se habla de promover la industria y el emprendimiento, tampoco es tan asistencialista como se piensa.
    Incluso yo escribí una "Carta a los hermanos venezolanos" https://www.facebook.com/groups/1178193082195263/permalink/2139771076037454/

    Por cierto, lo de que con Uribe "hubo más tranquilidad", no es del todo cierto https://www.facebook.com/groups/337575839929227/permalink/688821601471314/

    Aquí te dejo el siguiente test, me dices como te va https://laorejaroja.com/test-para-saber-si-usted-es-el-problema-de-colombia/

    Saludos y buena suerte

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Responderé lo que ya te dije en la entrada pasada: demasiada angustia porque menciono a Petro a pesar de que le estoy echando más tierra a Duque y Uribe. Y muchas de las cosas que estás enumerando aquí yo ya las conozco: es que nunca dejé de cuestionar a Petro por mucho que reconociera que era un escenario menos horrible que lo que tenemos ahora. Habría sido bueno que este tipo de esfuerzo que pones en defenderlo lo hubieran hecho muchos de los petristas que se dedicaron a insultar a los que no los apoyaron en segunda vuelta incluso antes de que decidieran algo.

      Tristemente ya nada de esto sirve sino como un recordatorio de lo reaccionaria y acostumbrada a estar jodida que está la sociedad colombiana, que prefiere votar por la corrupción conocida que por la incertidumbre que en el mejor de los casos generaba Petro.

      Y en la encuesta quedé obviamente en el primer caso (con unas 2/30, más o menos). Pero la verdad es una tontería poner responda Sí o No cuando más de una de las preguntas que hacen tiene diferentes contextos y matices. Reducirlo a un cuestionario de colegio, a pesar de la lectura complementaria al final, es casi sectario.

      Saludos igualmente.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares