Nacionalismo inútil (XIV): El cierre de la frontera
El
pasado viernes el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, decretó el cierre de
la frontera con Colombia, tras un enfrentamiento con supuestos contrabandistas
que terminó con tres policías y un civil resultando heridos. Bajo la premisa de
estar combatiendo las bandas criminales, la presencia de contrabandistas y la
influencia de los grupos paramilitares, se ha pasado igualmente a la acción de
deportar a cientos de colombianos que aparentemente se encuentran viviendo en
condición ilegal en el país.
Vamos
a tantear el terreno. Empecemos por nuestros hermanos venecos. Y empezamos mal,
pues el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información
(MinCI) promovió en Twitter las etiquetas #YoApoyoElCierreDeLaFrontera y
#DilmaYLulaVencerán. Esto es un gesto de poca buena voluntad por parte del
gobierno venezolano, pues se siente de inmediato como si tal cierre fuera un
acto vital para el país, o como si culparan a los colombianos por sus
problemas. Aunque claro, la campaña ha contado con bastante respaldo por parte
de los típicos chavistas. ¡Y de qué manera!
Por si alguien pensaba que era mentira.
Me impresionó más el adefesio gramatical de “todx
colombianx párasito”.
Creo
que quedó bastante clara la postura de muchos venezolanos con respecto al tema.
Que los créditos sean para Luis Carlos Díaz, un venezolano que comprende que la
estrategia del MinCI no es más que “una
campaña xenofóbica que supera fácilmente las idioteces de Donald Trump, porque
se convirtieron en acciones […]. Al chavismo le resulta útil nuevamente movilizar
ánimos contra Colombia para construir otro culpable externo de sus propios
desatinos”, al tiempo que se disculpa con los colombianos residentes en su
país por la estupidez de sus líderes.
¿Qué
hay de nuestros paisanos? Aparte de los comentarios xenofóbicos de turno contra
los venezolanos, también hay personas que aprovechan la actual situación en la
frontera para criticar a nuestro país. Y como no, provenientes de la izquierda,
que siempre está dispuesta a defender irrealidades. Para ellos, toda la gente reunida de nuestro lado
de la frontera es evidencia del triunfo de la Revolución Bolivariana, pues
todas son personas que buscan un mejor futuro en un país que posee educación y
salud gratuita, en oposición a nuestros pésimos sistemas para administrar ambos
derechos. Que todo esto es evidencia, también, de la desinformación que manejan
los medios privados sobre nuestro país. Y además, significa, aparentemente, que
no hay escasez.
Después
de desgranar las percepciones generales del asunto, pasemos a analizar de fondo
los problemas. Dejemos algo en claro: en Venezuela hay escasez. Grave. El
desabastecimiento de productos primarios y la devaluación del bolívar tienen
maltrecha la economía del país y el diario vivir de los venezolanos. Los tuits
que puse al principio, y principalmente las medidas tomadas por Maduro,
deberían ser evidencia de que los venezolanos no se están inventando los
problemas que vemos en las noticias “desinformantes” de esos demonios
particulares de la izquierda llamados Caracol y RCN.
Eso
sí, las causas del desabastecimiento y el contrabando son muy diferentes a los
delirios conspiranoicos del mandatario veneco. Lo siento, chavistas, pero toda
esa crisis de desabastecimiento viene únicamente de la ineptitud de su
gobierno. Entre ustedes mismos hay quienes comprenden que Maduro ha llevado al
país al desastre, por mucho que sigan fieles al legado de Chávez. ¿Por qué los
demás no lo comprenden?
El
contrabando es una problemática de vieja data en la frontera
colombo-venezolana. Y sí, participan muchos colombianos, pero también venezolanos. No es de extrañar, puesto que su moneda
lleva años en proceso de devaluación, y por unos cuantos pesos cualquier
traficante puede conseguir montones de productos que venderá a mejor precio de
nuestro lado. Sí, es una realidad, y probablemente contribuye a la crisis en
las regiones fronterizas, pero eso no lo habrían logrado tampoco si no hubiera
traficantes venezolanos que estén comerciando con ello.
Por
otro lado, el contrabando y la acaparación para reventas de los productos (el
denominado bachaqueo) no son las principales causas de la crisis a nivel
nacional. ¿Saben cuáles son? Las pésimas políticas económicas que se han
implementado desde los tiempos de Chávez. Las medidas de control de divisas,
precios del mercado y de cambio, y las expropiaciones, entre otros, han dejado
su mella en la producción venezolana. La importación de alimentos es cada vez
más costosa, y eso también produce escasez en sus productos. El incremento de los bachaqueros -que son mayormente venezolanos- y el
recrudecimiento de contrabando son más una consecuencia
que una causa de los problemas en
Venezuela, que termina manteniendo este círculo vicioso con otras acciones como
el control de las filas de mercadeo, la regulación del número de productos por
persona, y los corralitos.
Dicho
esto, pasemos a las críticas de la mamertada. Una de las ventajas de estar en
la blogosfera es que encuentras la percepción adecuada de la situación de otros
países por personas que viven allá. Tengo precisamente el ejemplo de Venezuela.
Las opiniones al respecto, algunas de las cuales vienen precisamente de
venezolanos de zonas fronterizas, son contundentes: la migración colombiana es mayormente una exageración.
Analicen
mejor la primera imagen, la de las personas agolpadas en la frontera. ¿A nadie
se le ocurre pensar que entre ellas hay personas preocupadas por sus seres
queridos, por los que puedan ser deportados por ilegales o simplemente por ser
colombianos? ¿Y qué hay de los que van a Venezuela a comprar productos más
baratos, ya sea para revender aquí o simplemente como una forma de gastar menos
en cosas como ropa y artículos caseros que serían más costosos aquí? ¿No
estarían también allí? ¿Y los turistas? Es una explicación sencilla: los
colombianos que viajan a Venezuela lo hacen principalmente para comprar barato.
No necesitan quedarse más tiempo del debido para eso. Y sería muy difícil que
realmente pretendieran quedarse en Venezuela, dada la problemática de la
escasez, porque si van a comprar allá seguro conocen de primera mano que muchos
artículos no son fáciles de conseguir. No ignoro, a pesar de ello, que haya
personas buscando emigrar porque creen honestamente que tendrán mejores
oportunidades en nuestro vecino. Pero son muchísimas menos de lo que la
mamertada cree y lo que el presidente venezolano asegura.
La
premisa de la imagen de Maduro con las gafas de “Turn Down For What” (si no
sabe a qué me refiero, quizás usted no se divierte mucho en Internet) se cae
por su propio peso después de ver lo anterior. Muchos en la izquierda tienen la
falsa idea de que gratuito es
equivalente a excelente. Y la
realidad es que no es así. La educación gratuita sirve de poca cosa si es
mediocre y adoctrinante, y la salud gratuita será poco favorable si la
educación al personal de salud no es la adecuada. Tal como me dijo Ylmer, un
amigo de Venezuela, “usan la misma
estratagema que en las
posturas castristas. Acá la educación es gratis, pero los útiles
escolares están por las nubes. Acá la salud es gratis, pero no consigues
medicinas o las consigues a un precio superior a tu salario. ¿Quién gana ahora?”.
No
obstante, hay algo a favor de este meme, y es que en Colombia sí nos hace falta
un sistema público de salud adecuado e incluyente, y una educación pública mucho
más avanzada. Aunque si pensamos en reducir en un 20% el presupuesto a
investigación para el próximo año, mucho nos falta por avanzar. No es que eso
nos impida emitir opiniones sobre la situación venezolana, pero es conveniente
tener en cuenta que los memes nunca parten de la nada, y nuestra situación en
ésas áreas es también deficiente.
De
una u otra forma, Maduro ha hecho con los colombianos lo mismo que hace con la
oposición, la CIA y los Estados Unidos: encontrar a otros a quien culpar de la
crisis en la que su propia incapacidad ha sumido a Venezuela. Un digno ejemplo
de los conspiranoicos, pero con una gran diferencia: tiene poder, y ha
intervenido activamente con arrestos y deportaciones a la fuerza, invadiendo
sus residencias con violencia -hay incluso denuncias en Táchira por el marcaje de las residencias de dichos deportados-, porque
supuestamente son indocumentados -lo que de hecho varios no son, sino que llevan años viviendo allá legalmente- o están
relacionados con paramilitares, lo que puede convertirse en una ola xenofóbica
con resultados incluso peores.
Es
todo lo que tengo que decir al respecto. A quienes se ofendan o molesten por el
contenido, debo recordarles que el mundo rara vez funciona en blanco y negro, y
nunca existe una única causa para las crisis económicas de un país, mucho menos
cuando dicha “causa” es parte de los delirios de un mandatario inoperante e
incapaz.
P.D: agradezco a Ylmer Aranda, de Sabiduría Herética, y
a sus contactos en Facebook, por darme las observaciones que inspiraron esta
nota sobre la situación en su país.
Adenda: ante las deportaciones a la fuerza de colombianos,
lo que es claramente una violación de sus derechos humanos, ¿los izquierdistas
de Colombia y Venezuela se molestarán en manifestar su rechazo? ¿O sólo es
reprochable si en Estados Unidos se busca promulgar leyes contra la
inmigración?
Yo no se si ya haya visto este vídeo, pero aquí se explica muy bien lo que esta sucediendo en Venezuela y de manera imparcial https://youtu.be/7udbzg-sr6Y
ResponderEliminarNo lo conocía, aunque ya tenía claros algunos de esos conceptos. Muchas gracias por el aporte.
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