¿Debe exaltarse por ley la obra de Diomedes Díaz?
Probablemente
el título de la entrada le genere malestar o desconfianza a algunos, puesto que
las preguntas que encabezan una entrada suelen responderse con una negativa.
Pero no se apresure, querido lector, y permítame explicar lo que voy a
responder. Empezaré reconociendo lo obvio: Diomedes Díaz sí tiene un legado en el
vallenato y el folclor colombiano. Y no voy a negarlo: me gustan algunas de sus
canciones, pues he crecido con música así a mi alrededor. Es deshonesto
desconocer que el Cacique de La Junta es casi un antes y un después en la
música vallenata, y a pesar de sus achaques de salud, sus controversias por el
consumo de drogas y su mal hábito de llegar tarde o no llegar a conciertos y
eventos en sus últimos años (razón por la cual aquí en Santa Marta le pusieron
el apodo de “No Vienes Díaz”), cuando se subía a una tarima se lucía al
interpretar, para bien o para mal.
Sí,
sé muy bien que Diomedes no era precisamente el mejor ejemplo de ser humano,
con su consumo de drogas, sus problemas con la justicia (especialmente la
extraña muerte de Doris Adriana Niño, a quien los críticos del cantautor jamás
dejan descansar) y su vida de parrandero y mujeriego, dejando muchos hijos
regados, de los cuales probablemente no tuvo una relación cercana con todos (y no,
procurar que no les falte techo o comida no es amar un hijo si no se comparte
tiempo con él). Pero esos son los problemas de Diomedes, la persona; Diomedes, el
artista, es un caso diferente. Lo que hizo en su esfera personal no debe
afectar la percepción de su trabajo musical, por muy famoso que sea -aunque para
una persona es algo difícil de hacer; espero hablar en una próxima entrada al
respecto-.
Con
todo lo anterior, no me sorprende mucho la polémica que se ha formado tras
conocerse un proyecto de ley que fue radicado en abril en la Cámara de Representantes,
a través del cual se busca que se
exalte la obra musical del Cacique de La Junta a nivel nacional como un
legado para el folclor. Fueron muchos los representantes que manifestaron su
inconformidad y disgusto por ello. Alirio Uribe, del Polo, indicó la ironía de
aprobar una Ley de Feminicidio y después solicitar que se honre la obra de
quien violó esa ley (nuevamente, recurriendo al caso Niño). También fue notable
la reacción de la representante Angélica Lozano, quien le pidió disculpas al
país por desperdiciar recursos en un Congreso que se centra en discutir
trivialidades, cuando existen problemáticas más inmediatas, y prediciendo
sarcásticamente una “Ley de Honores
Garavito”.
Estoy
parcialmente en desacuerdo con los representantes -y hago énfasis en “parcialmente”
-. Exaltar la obra cultural de una persona no es exaltar toda la vida de una persona. El reconocer el legado de Diomedes
Díaz en el vallenato no es, por tanto, una apología a sus problemas judiciales
o su vida desenfrenada. Y el escuchar a un drogadicto y mujeriego no te
convierte necesariamente en un drogadicto y mujeriego: no todo el que lee a
Bukowski se convierte en un alcohólico, ni todo el que admire las películas de
Mel Gibson se hará antisemita y misógino. Una vez más, la educación es
importante para aprender a procesar mensajes y ejemplos.
Tampoco
apruebo la comparación de la representante Lozano entre Diomedes Díaz y Luis
Alfredo Garavito. No hay punto en común, pues Garavito no tiene ningún aporte o
legado que pueda reconocerse en el país. Partir desde la base de sus registros
criminales también es absurdo, pues no hay comparación con un pedófilo y
asesino serial.
Por
otro lado, yo tampoco creo que deba exaltarse por ley la obra del Cacique, pero
mis motivos son diferentes. Comparto, precisamente, parte de las razones de Angélica
Lozano: una Ley de Honores es innecesaria, y una pérdida de tiempo. No es por Diomedes,
sino por el Congreso, que debería velar por los intereses y preocupaciones del
pueblo, y por tanto -no quiero sonar mamerto con esto, pero es necesario
decirlo- tiene cosas algo más
importantes de las cuales preocuparse: la problemática ambiental con los
contratos exprés de minería, la cobertura de salud y educación, las
dificultades en la movilidad y el transporte… Cosas que de solucionarse
realmente tendrían un beneficio para la población y para el país, a diferencia
de un simple proyecto que busca resaltar a una persona. Y sí, apoyar la cultura
y el folclor es importante, pero no alrededor de una única persona que, a pesar
de su influencia, no es tampoco el único representante de dicho aspecto
cultural.
De
nuevo, no se trata de si Diomedes fue o no una pésima persona, o de si su obra
fue buena o no, sino que esta clase de proyectos no deberían ser relevantes
para el Congreso. Podrían pedir resaltar la obra de Juanes, o la de Shakira, e
incluso la de Leandro Díaz; podrían proponer exaltar a Vargas Vila, o a Andrés
Caicedo, y mi reacción sería la misma: esto
no es un tema clave para el Congreso o el país. ¿Quieren que se exalte la
obra musical de Diomedes? Perfecto, tienen muchas razones para hacerlo, y por
mí está bien. Pero eso debería ser un trabajo de las organizaciones culturales
en el país, quizás en el Ministerio de la Cultura, pero no en el Congreso, que
tiene labores de mayor impacto en la sociedad, y debería ocuparse mejor de
ellas. ¿Realmente se necesita toda
una ley para eso?
Quizás
algunos me digan que el Congreso sí puede discutir ciertos temas culturales,
como en el caso de la tauromaquia. Pero son casos muy diferentes: la música de
Diomedes ni hace daño ni causa muerte a nadie, mientras que la tauromaquia es
un espectáculo cruento e inaudito. Y en el Congreso sí se puede y se debe discutir
sobre espectáculos violentos. No es igual a exaltar una obra personal.
Supongo
que habrá personas en desacuerdo con lo expuesto aquí, y los invito como
siempre a reflexionar. Como dije, debe reconocerse la influencia que Diomedes Díaz tuvo en el vallenato. Pero no considero que sea necesaria una ley para exaltar
dicha influencia, mucho menos cuando hay problemáticas más profundas que sí se
deberían discutir en un Congreso que, de paso, debería dejar de centrarse en
trivialidades o absurdos convenientes como aumentar su propio sueldo.
Es que es una trivialidad, si es así debería haber ley de honores para escritores y otros artistas, pero no se puede porque se satura el ya saturado congreso de asuntos por discutir que traban e ignoran, a nadie le importa el cocainómano religioso fértil, aunque sea un reflejo de esta sociedad, pero no valoran su música por buena sobrevaloran a la música y al tipo por chovinismo pendejo, por hacer alarde de algo en este país, no se hace un análisis serio del valor de su trabajo, cuando son logros personales, nada que ver con la nacionalidad.
ResponderEliminarSé a lo que te refieres. Lo he visto con mucha gente de acá (costeños), que lo defienden más bien por venir de la Costa que por la calidad musical (que la tiene, aunque en sus últimos años pues...). Y sobre su personalidad, pues dicen que eso es de la idiosincracia de aquí y otras cosas que en el interior no entienden, manteniendo ese ridículo regionalismo que nos tiene arruinados.
EliminarY claro que es una trivialidad: no es que sea necesaria una Ley de Honores para exaltar a nadie. Poner al Congreso a discutir eso es retrasar debates y leyes más importantes.
Patético ese regionalismo, he pasado mi existencia en Cundinamarca, no soy de salir, socializar y experimentar, al contrario, preocupo por lo poco que lo hago, pero conozco lo suficiente como para saber que acá hay cocainómanos hipócritas de toda calaña y estrato, y los que se creen complicados y grandes por hacerlo, también.
EliminarExacto, ese es el punto, retrasa debates y asuntos cruciales.
Esto me recuerda:
¿Ha leído de mametos y uribestias que aseguran que es que el discutir en el legislativo sobre el matrimonio y adopción de parejas del mismo sexo no debe importar tanto porque hay otros problemas más "importantes"?
Esa ignorancia me repugna increíblemente.
Saludos.
Por supuesto. Aparentemente, para ellos, que todos los seres humanos tengan los mismos derechos es algo secundario. ¡Vamos, que hay mamertos que creen que las luchas por los derechos LGBTI son distracciones creadas por el Nuevo Orden Mundial! Es patético que en ese afán por enfrentar al "sistema" terminen creyendo lo mismo que los fastidiosos de la derecha.
EliminarSaludos igualmente.
Una pregunta: en Colombia hay leyes que exijan a las radios y a los conciertos ponderar la musica nacional con la extranjera?
ResponderEliminarLa verdad lo desconozco. Fuera del himno nacional, que es puesto a las seis de la mañana y las seis de la tarde, creo que no hay más restricciones al respecto.
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