¿Debe el escéptico religioso ser pro LGBTI?

Una de las razones por las que más me gusta escribir en este blog es porque con frecuencia ocurren cosas que me harían reventar de incomodidad si me quedo callado y no reflexiono al respecto, compartiendo a la vez mis reflexiones. Y debido a que en estos momentos pertenezco a varios grupos en Internet, eso me permite presenciar cosas que ameritan reflexiones las cuales pueden ser útiles para otras personas.

Hace más o menos un mes, conocimos la noticia de una pareja homosexual en Medellín que fue acosada por la Policía por besarse en público. Uno de los administradores de la página Ateos Colombia en Facebook compartió el video, y no tardó mucho en convertirse en polémica. Para algunos seguidores, la página se está haciendo demasiado asidua en compartir material pro LGBTI, y eso traiciona su espíritu de ateísmo y crítica religiosa (aclaro que lo estoy diciendo de forma muy amable, en comparación con lo expresado por dichas personas). Para otros, la homosexualidad se ha convertido en una perversión legalizada, y es un pésimo ejemplo que se le permita en público. Finalmente, unos cuantos señalaron que la Policía debe suprimir las demostraciones públicas de afecto en general, sin importan que sean de homosexuales o heterosexuales. Por supuesto, otros apoyaron la indignación ante lo que obviamente fue una muestra de atropello y discriminación por parte de las fuerzas del orden público.

Las respuestas no se hicieron esperar por parte de los demás administradores y los seguidores que apoyaron su decisión de compartir el video. Sobre las respuestas de los primeros no voy a opinar, especialmente porque yo no suelo intervenir respondiendo a los inconformes. Sobre el contenido de algunas de las réplicas de los seguidores en apoyo sí puedo decir algo, y es que me parece una salida fácil y poco seria recurrir a la falacia del verdadero escocés: “Si no apoyas los derechos LGBTI, eres un pseudoateo”. Por enésima vez, el ateísmo no significa más que el rechazo a la creencia en la existencia de un o más dioses creadores; cualquier ideología sociopolítica que se quiera relacionar depende de la persona. Sé que es cansón tener que repetirlo todo el tiempo, pero parece que algunas personas no entienden que el no creer en la existencia de dioses es simplemente eso.

Sí, sería insensato negar que existan ateos “por moda”, tal como hay personas que apoyan la causa LGBTI por pasar de progresistas sin serlo. No obstante, llamar falso ateo a otra persona como primer argumento no es precisamente la mejor defensa. En particular me parece a mí -aunque esto es más una observación personal- que quien toma la bandera del ateísmo por moda no tardará también en compartir la de pro LGBTI (ya llegaremos al porqué).

Ahora, algo que deben entender los críticos del video es que los administradores están enteramente facultados de compartir la información que a ellos les plazca y les parezca pertinente. Y ciertamente, el acoso de la policía a una pareja gay es pertinente al espíritu de crítica religiosa de Ateos Colombia. Ser un Estado laico como el colombiano implica que no se puede atropellar a las personas usando pretextos religiosos como argumento, y no hay que ser un genio para comprender que las acciones de los policías en el video se guían por eso (tenga en cuenta el lector que Medellín aún es una ciudad muy conservadora).

Si usted siendo ateo (o agnóstico, o lo que sea) me dice que la homosexualidad es una perversión, me está diciendo también que usted no es un escéptico particularmente bueno (no solamente religioso, en general), y la verdad, no sería la primera vez que me topo con un ateo homofóbico (sin eufemismos: eso es lo que es usted). Ya sabemos que la ciencia no respalda su visión retrógrada, ¿de dónde viene entonces su desprecio por los homosexuales? Bien, el cristianismo ha dejado una huella cultural profunda en las sociedades occidentales, al punto que muchos creen que todo ese cuerpo de valores y antivalores que nos entregó nacieron espontáneamente en nuestra sociedad. Usted cree que la homosexualidad es antinatural porque así se ha creído desde hace siglos en la sociedad, pero olvida que esto ocurre por influencia de la creencia religiosa. ¿Entiende por qué me parece usted un escéptico torpe?

Finalmente, para los que dicen que la Policía actuó bien porque las demostraciones de afecto no deben darse en público, y que debería hacerlo de igual forma con las parejas heterosexuales, dejo simplemente lo que replicó mi amigo David en el enlace al inicio de esta entrada: la Policía nunca acosa de la misma forma a las parejas heterosexuales, y en un todo las demostraciones públicas de afecto no son ilegales. Decir estas cosas sigue siendo evidencia de la carga de mojigatería y pensamiento conservador de la que muchos ateos necesitan liberarse.

Ahora, para justificar el título de esta entrada, queda que se pregunten ustedes mismos: ¿entonces, para ser buen ateo necesito apoyar a los LGBTI? ¿Es que un escéptico religioso, de la denominación que sea, debe respaldar la causa y los derechos de las parejas del mismo sexo?

Por sorprendente que parezca, no. No en un sentido imperativo, al menos. Ya dijimos que ser ateo o agnóstico es simplemente, en un sentido general, no creer en la existencia de dioses, ¿cierto? Es la definición tradicional, y no implica nada más que una reflexión filosófica, y en muchos casos científica. No está obligado con ello a apoyar la causa de los LGBTI, y ciertamente nadie puede ni debe obligarlo a creer en ello (y la verdad, en Ateos Colombia nadie lo está obligando a ello). Ya lo dijimos: ser ateo no es sinónimo de ser liberal, progresista, intelectual ni nada de eso. Y es necesario que todos aprendan a tener eso en cuenta antes de vociferar que se debe apoyar X o Y causa para ser un buen escéptico religioso.

No obstante, pasa algo curioso en el caso de las minorías LGBTI. A través de los siglos, han sido oprimidos y castigados de forma brutal bajo la creencia religiosa de que son seres infames y antinaturales. Son las creencias y los argumentos religiosos los que han permitido que esta minoría sea probablemente la más repudiada y discriminada hoy en día; los argumentos “científicos” no son más que las pretensiones de la religión de ser más intelectual y argumentativa. De ahí que prácticamente la totalidad de los pocos estudios que respaldan la homosexualidad como algo antinatural y nocivo para la juventud y la sociedad sean financiados por organizaciones religiosas, o realizadas por científicos con evidentes sesgos personales.

Cuando se es un escéptico religioso, y se es inquisitivo, tarde o temprano te empiezas a cuestionar hasta dónde llega la influencia de la creencia en un dios. Comprendes el poder que han tenido las religiones a través de las eras, respaldadas por la voluntad de un ser incognoscible. Comprendes hasta dónde esas creencias fundadas en lo incomprobable han dominado el avance de la sociedad. Comprendes cómo han sido usadas una y otra vez para mantener oprimidos y maltratados a diversos grupos sociales: mujeres, menores, negros, homosexuales, no creyentes…

Tarde o temprano, te das cuenta que no hay motivos serios para seguir oprimiendo a estas minorías, ni para mantenerlas como ciudadanos de segunda clase. Y puesto que la ciencia ha demostrado que no hay diferencias ni aberraciones genéticas en estas minorías, en comparación con el resto de la gente “normal”, tarde o temprano terminas apoyando sus causas, siempre que sean consistentes y sensatas, porque tarde o temprano te das cuenta la injusticia que resulta el hecho de que una mayoría con una creencia fundamentada en un ser muy seguramente inexistente use dicha creencia para discriminar a varias minorías. En ese orden de ideas, el ateo no necesariamente debe ser pro LGBTI, o feminista, o antirracista, o cualquier -ista positivo; lo que ocurre es que termina siendo una consecuencia casi inevitable de aplicar el escepticismo en general y el pensamiento racional a los lineamientos socioculturales de las sociedades en las que vivimos.

Así que no, amigo escéptico religioso y homofóbico: usted no necesita ser pro LGBTI para ser ateo, y está en toda la libertad de no querer apoyarlos, e incluso de repudiarlos, con todo y lo espantoso que suena eso. No obstante, habla muy mal de usted que pretenda defender la familia y la sociedad cuando en realidad, todo lo que está haciendo es perpetuar el pensamiento conservador y discriminador engendrado en nuestra sociedad colombiana por el cristianismo. No puede usted esperar que lo tomen como un escéptico serio, cuando no se ha atrevido a salir de su zona de confort para cuestionar las creencias y tradiciones de su pueblo. Y finalmente, recuerde que toda creencia está sometida a la reflexión, a la crítica e incluso a la sátira. Creencias tóxicas como la suya, aún más.