Dawkins “versus” la NECSS. ¿Quién tiene la razón?
Discutir
sobre temas de libertad de expresión y desacuerdos entre los miembros de la
comunidad escéptica es un tema complicado porque, incluso entre nosotros, hay
gente que tiende a confundir el concepto, y cree que cualquier acto de agravio
es censura o presión contra la libre expresión de los demás. Sin mencionar a
aquellos que creen que decir la verdad
equivale a decirla como sea, y
aparentemente que todos se la traguen y la crean así. Pero, entonces, ¿qué vale
más? ¿La verdad, o la forma en que esta se dice? ¿O las palabras deben
escogerse adecuadamente, dependiendo del entorno, y de lo que se quiere
explicar con ellas? ¿Y no es necesario, pues, un espacio para explicar y
defender de forma apropiada las ideas?
Teniendo
eso en cuenta, quiero comentar hoy sobre una reciente polémica que se presentó
en la comunidad escéptica angloparlante. Hace algunas semanas, el equipo de la
Northeast Conference on Science and Skepticism (NECSS), una conferencia de
cuatro días realizada cada año en Nueva York, decidió retirar de repente la invitación al popular biólogo
y divulgador científico Richard Dawkins,
por cuenta de un re-tuit con un video bastante polémico donde se compara a las
feministas (el video es claro en no decir algunas,
sino las feministas) con los
islamistas. Por supuesto, Dawkins dejó claro en el tuit que en su concepto, dicho
video aplicaba a una minoría de feministas, pero al enterarse que la caricatura
femenina en el material correspondía a una mujer real, la cual de hecho ha
recibido amenazas de muerte y violación por sus muy cuestionables opiniones,
eliminó el tuit y les pidió a sus seguidores que no la acosaran.
Bien por él. Después de esto, aunque lamentó la decisión, puesto que los
miembros de la NECSS no le informaron
primero antes de acordar retirarlo de la conferencia, les deseó éxitos.
Por
supuesto, no todos en la blogosfera se tomaron esto con la misma civilidad que
Dawkins. A pesar de las sugerencias de algunos de no reaccionar apresuradamente
sin conocer el trasfondo de la decisión de la NECSS (lo que no es lo mismo que no cuestionar dicha
decisión), los comentarios en las redes sociales y las publicaciones al
respecto dejaron ver que muchas personas se lo tomaron casi personal, pasando
desde lo cortés hasta lo grosero. Algunos incluso esperando que la conferencia sea un fracaso, otros que culpan del reciente problema de salud de Dawkins a la tensión que le provocó la
controversia de la NECCS -olvidando que la polémica se dio incluso antes de ser retirado de la
conferencia-, y otros que acusan a quienes apoyan la decisión de los miembros
de la organización, y a veces a la misma organización, de ser dawkinofóbicos.
Tras días de discusiones y mucha controversia, la NECCS presentó una disculpa
pública e invitó nuevamente a Dawkins. Lamentablemente, los recientes achaques del autor obligaron
a que declinara dicha invitación. Asunto terminado.
Digo
“asunto terminado”, porque creo que ni Dawkins ni la NECCS se molestará en
tratar de abrir llagas tan recientes, pero imagino que más de un lector
angloparlante, y también algunos de este lado del continente, seguirán
comentando al respecto. En cualquier caso, el tema me parece lo suficientemente
interesante como para hacer unas cuantas reflexiones al respecto.
Primero
lo obvio: Richard Dawkins es más bien torpe en Twitter. No, no estoy intentando
insultarlo. Sólo intento sugerir que, en cuanto a consideración de efectos y
consecuencias que pueden tener sus tuits, pensarías que él reflexionaría antes
de publicar algo. Claro, esto no es toda su culpa: 140 caracteres son muy poco
espacio para poder profundizar sobre alguna idea, y como divulgador científico
apostaría a que está acostumbrado a dar muchos más detalles sobre un tema como
el feminismo, especialmente cuando él mismo es feminista. No obstante, dado que
esta no es la primera polémica a la que se ve sometido por culpa de Twitter
-varias de ellas por gente despistada, cabe anotar-, probablemente debió
pensarlo dos veces, o usar más de un tuit para explicar su postura, antes de
compartir un video que, ciertamente, es un asco, y que evidentemente hacía la
comparación con todas las feministas;
eso califica como torpeza. Hay que admitir, no obstante, que muy seguramente no
tenía idea que la mujer del video sí existía, y al menos fue claro al señalar que la mayoría de las feministas no se comportan así. Por descuidado que
pueda ser transmitiendo sus ideas en un medio tan limitado como Twitter,
satanizarlo de islamófobo y misógino, como han hecho no pocos, es una afirmación
estúpida.
Hay
un problema grande cuando se es una celebridad (para bien o mal, Dawkins es
algo así como un rockstar para muchos
escépticos y ateos), y es que todo lo que digas va a ser sometido a juicio por
los demás, ya sea que te importe o no. No puedes escapar de las
interpretaciones que los demás hagan de tus palabras; casi podría decirse que
ya no te perteneces únicamente a ti mismo, como diría Homero Simpson, sino
también a todos los que te siguen y admiran. Es por eso que, por más que te den
igual los convencionalismos sociales, se debe tener cuidado con la forma en que
expresas tus ideas, pues estas tienen un gran impacto en todos tus seguidores y
tus críticos, y desgraciadamente tanto de un lado como del otro, hay muchísimas
personas decentes, racionales, con buenos argumentos… Y hay muchos atarvanes.
Ese ha sido el problema reciente con Dawkins: mientras los críticos atarvanes
hacen horrendos hombres de paja y descalificaciones nada creíbles sobre él, sus
seguidores atarvanes demonizan a cualquier persona que no esté de acuerdo con
ellos, tachan a cualquier cuestionamiento de dawkinofobia, y exageran las
posturas del biólogo hasta el punto de la caricatura. En un blog leí, por
ejemplo, un comentario de alguien que decía que apoyaba a Dawkins cuando
señalaba que el feminismo era como un
veneno que contaminaba todo (recordemos que Dawkins aclaró en su tuit que el
video aplicaba a una minoría del
feminismo). Irónicamente, por cáustico que pueda ser a veces, Dawkins es mucho
más caballero que muchos de los patanes que lo admiran.
Pensar que entre escépticos también se puede uno
comportar así…
Teniendo
en cuenta lo anterior, puedo comprender la decisión de la NECSS de retirarle la
invitación a su conferencia. Es complicado presentar como ponente a una persona
que tiende a trasmitir ideas confusas o poco detalladas en las redes sociales,
pues esto genera una reacción negativa que puede llegar hasta la conferencia, y
habiendo estado en el comité organizador de un simposio, sé lo complicado y
frustrante que es manejar a los patanes. Por otro lado, sabiendo bien que
Dawkins en ocasiones tiene poca paciencia con sus críticos, es comprensible
también que la NECSS considerara que era mejor tener a una persona que
transmita sus ideas de forma más amena. Ojo, no estoy diciendo que Dawkins
siempre sea rudo -de hecho, hasta donde entiendo evita serlo en conferencias y
entrevistas-, ni que no se pueda serlo en
ocasiones. No obstante, si el propósito de una conferencia es transmitir
pensamiento racional sobre el escepticismo y la ciencia, ser cáustico probablemente
no es la mejor manera de llegar a un público, especialmente si se trata de
llegar a personas que no comparten tus mismas ideas, pero a las que quieres
ayudar a cultivar el pensamiento crítico. Casi cualquier forma de transmitir
una idea es buena, pero eso
no quiere decir que todas sean ideales.
Por
otro lado, nadie conoce todo el trasfondo tras la decisión de la NECSS, por lo
que sólo podemos especular. Vemos el resultado, más no los factores que
llevaron a él. No sabemos cuántas personas retiraron, o intentaron retirar, su
inscripción tras el tuit de Dawkins, ni cuántos mensajes o quejas pudieron recibir
antes del momento en que decidieron retirar a Dawkins. Hay muchos detalles que
no conocemos, por lo cual es poco cauteloso decir que fueron víctimas de la
corrección política, o que les ganó la dawkinofobia de alguno de sus miembros.
No
obstante, creo que la forma inicial de actuar de la organización fue
desacertada, y no puedo apoyarla,
por más que la comprenda -razón por la cual no apoyo parcialmente la crítica de Massimo Pigliucci, a quien no obstante le reconozco algunas cosas-.
Primero, porque haber retirado la invitación de Dawkins sin consultarle ni
aclarar primero el asunto con él fue sumamente descortés. Segundo, y mucho más
importante, porque a pesar de los problemas que pudiera haberles acarreado, o
de la imagen que hubieran dado, el divulgador científico tenía derecho a
defender su posición y su actuar. Su espacio en la conferencia de la NECSS, o
quizás un conversatorio posterior, incluso una carta pública, habría sido la
oportunidad perfecta para aclarar sus ideas y opiniones sobre el polémico
episodio. Una organización que promueve el pensamiento racional debía haber
defendido ese principio en primer lugar antes de apresurarse a cancelar su
invitación.
Por
último, y dada la trayectoria de Dawkins en Twitter, por decirlo de alguna
forma, y todas las “tormentas” que genera, uno se pregunta por qué se
molestaron en invitarlo a la NECSS anual en primer lugar. Da la impresión que
no se resistieron en tener a un rockstar que
mueve a tantas personas a escucharlo, por muchas polémicas que tuviera a su
alrededor, y así quedó el sinsabor de que actuaron como si fueran un grupo de
políticos frívolos tratando de captar votos, y no como personas racionales.
Desafortunadamente,
su solución tampoco convenció a nadie, dadas las circunstancias (y es natural,
pues nunca puedes convencer a todos los inconformes): los críticos de Dawkins
lo vieron como una concesión a la presión de la gente, mientras que algunos de
sus seguidores lo percibieron como hipocresía y una confirmación de lo
mencionado en el párrafo anterior.
Naturalmente,
si hay personas en desacuerdo con lo mencionado aquí, pueden reflexionar un
poco antes de expresarlo. Tengo la impresión de que, irónicamente, quizás he
sido un poco confuso en exponer mi postura sobre todo este asunto. Si ese es el
caso, lo dejo claro aquí: a pesar que yo no admiro especialmente a Dawkins, ni
celebro las cosas que hace o dice frecuentemente, tengo que ponerme de su lado
en el caso de la NECSS. Los que presumimos de ser racionales debemos ser
consecuentes con nuestras ideas, y dar el espacio necesario para que se fomente
el diálogo, aunque sea en discusiones quizá tan triviales como una publicación de Twitter.
Hay cosas de este tema en las que no puedo estar de acuerdo contigo, Martín.
ResponderEliminarHe seguido muchas si no todas las controversias que le arman a Dawkins por lo que dice en Twitter. Ciertamente, me parece que el fallo no es que él sea torpe, sino que hay personas que tergiversan sus palabras tendenciosamente, renunciando al principio de caridad. Tú dices que es gente despistada, pero que la misma gente siempre sea igual de despistada (y lo sea particularmente con Dawkins) es menos probable a que lo hagan conscientes de lo que están haciendo.
De hecho, es bastante diciente que cuando Dawkins ha tenido la delicadeza de aclarar largo y tendido qué era lo que quería decir (como en el caso de los fetos con Down), estos 'despistados' han ignorado olímpicamente la aclaración.
No sé, me parece suficiente para señalar que es obvio que hay personas interesadas en acabar con la imagen pública del divulgador, un ejército de haters.
Me causa curiosidad cómo ante estas circunstancias, tú pareces sugerir que los dawkinofóbicos no existen.
Un saludo,
-D
Supongo que olvidé señalar que, a pesar de todo, sí hay gente que lo detesta y mucho, aunque están más presentes del lado de los fanáticos religiosos que los escépticos (que también los hay), si bien no era el punto principal de la discusión.
EliminarQue se tergiversen sus palabras es un hecho; sin embargo, ha ocurrido tantas veces que uno se pregunta por qué no hay escarmiento. Y a pesar de todo, el problema no son únicamente los haters, sino también que el poco espacio en Twitter se presta para ambigüedades de parte del mismo Dawkins. Recuerdo el caso de los fetos con Down, y aunque es cierto que la reacción fue descarada, la publicación no era tampoco muy precisa. De nuevo, hay que tener en cuenta que es difícil ser concreto cuando se tienen menos de 140 caracteres para abordar un tema serio.
Y nuevamente, aunque se hizo la aclaración, compartir un video donde se satiriza a todas las feministas, por mucho que dijera que a su parecer sólo aplicaba a algunas, no fue precisamente inteligente ni cuidadoso. Aunque claro, esto es Internet, y él es un divulgador científico y escéptico: la polémica estará a la orden del día, hagas lo que hagas.
Saludos igualmente.