Cuando nuestra compasión se apaga

Una de las discusiones más populares tras los recientes atentados en París, y que de hecho suele ocurrir cada vez que hay una tragedia de similar calibre en el mundo, es por qué, aparentemente, se le da más valor y se siente más indignación por la ocurrida en un país occidental que en una nación pobre. Así, se ha repetido constantemente que la gente está más dolida por París que por el Líbano o Siria, y que los medios prefieren cubrir a Francia que a los dos últimos. Esta última cosa falsa, por supuesto: no es que se hayan enterado de los atentados en Beirut y los bombardeos en Siria usando la telepatía del Profesor X. ¡A Siria se le cubre casi a diario desde el inicio de la guerra! Y los recientes atentados en Mali y Camerún fueron igualmente cubiertos.