Y es por esto que no se les respeta
Creo
que cualquiera que siga las noticias de actualidad conoce la situación actual
por la que atraviesan muchos países en Medio Oriente, aunque tenga una idea
sesgada o errónea de sus causas. En estos momentos, por ejemplo, existen miles
de personas desplazadas en Irak debido a las acciones de Estado Islámico. Las
situaciones de refugiados en todo el mundo siempre tienen los mismos problemas
y las mismas necesidades: agua, comida, refugio, servicios sanitarios básicos.
Pero
para el cristiano Michael Marcavage, lo primordial en estos momentos es que los
iraquíes encuentren la salvación de sus almas. Por ello creó la página Bibles for Iraq, con la cual espera recaudar una donación de 30.000
dólares para enviar Biblias en audio iraquí y kurdo para los refugiados, con el
fin de “combatir a ISIS con el Evangelio
de Jesucristo” y de “darles a muchos
iraquíes que de lo contrario nunca escucharán el evangelio la oportunidad de
recibir el poder de Dios para la salvación”.
Por
alguna razón, esta situación produce risa, indignación y miedo. Risa, porque es
absurdo lo que algunos cristianos ven como necesidades prioritarias (lo que no
ha evitado que la página recaudara poco más de la mitad del dinero).
Indignación, porque es una falta de respeto que utilicen una situación de
crisis de la población iraquí para hacer proselitismo. Miedo porque, como dijo
alguien en Facebook después de leer una entrada en De Avanzada al respecto, es peligroso enviarles Biblias a los
refugiados cuando EI ronda por la región. Ellos persiguen todo lo que sea
occidentalizado, incluyendo el cristianismo, por lo que una campaña como Bibles for Iraq estaría poniendo una
señal de “venga a practicar tiro al blanco aquí” sobre los refugiados.
Este
es un punto en el que uno se pregunta: ¿cómo se piensan desperdiciar $30.000
dólares en Biblias de audio, cuando los iraquíes desplazados requieren de
necesidades terrenales mucho más urgentes, como alimentos y un lugar donde
descansar y protegerse? Parece cosa de no creer, pero no es ajeno a algunos
grupos religiosos.
Digámoslo
sin tapujos: los dispositivos de audio no les van a servir de nada. No les van
a traer más alimentos. No les van a dar más agua. No les van a conseguir un refugio.
Porque para la campaña, ninguna de esas necesidades es importante. Para ellos
es mejor su salvación espiritual, porque aparentemente por su situación
terrenal no pueden hacer nada -¡con 30.000 dólares!-. No es descabellado
asumir, como lo hacen algunos filósofos, que el cristianismo es una religión
nihilista -ironías de la vida-, puesto que desprecia las cosas terrenales en
pos de la recompensa espiritual. Incluso si hay mucho sufrimiento en la vida
terrena. Es lo que hace que la campaña sea un insulto a los ojos de los no
creyentes y de muchos creyentes con los pies mejor puestos sobre la tierra.
Por
supuesto, hay personas que podrán pensar que el contacto con el Evangelio hará
que la situación de los desplazados iraquíes cambie, pero esto es puramente
pensamiento ilusorio sin muchas bases reales, nada diferente a la Ley de
Atracción. Si estas cosas realmente sucedieran, dudo que Job se preguntara por
qué le pasan cosas malas a la gente buena. También podrían decir que escuchar
la Biblia sería un paliativo para su situación; no obstante, su inutilidad sigue
siendo patente, puesto que entonces sería únicamente una distracción que no
resolverá sus problemas más graves.
Surge
otra pregunta a partir de todo esto: ¿cómo esperan muchos cristianos que se les
dé respeto, cuando tienen miembros en sus filas que se comportan de esta
manera? Sí, probablemente una persona con esa clase de sentido común no es la
norma dentro de su comunidad, pero no deja de ser frustrante que no existan
figuras dentro de la misma que se atrevan a amonestarlo, por desperdiciar
dinero en recursos tecnológicos de proselitismo a un grupo de personas con
necesidades más reales y urgentes. Eso me dice dos cosas: o apoyan de plano la
campaña de Marcavage, o sencillamente tienen miedo de llevarle la contraria a
una idea de esa naturaleza. Después de todo, cuestionar la creencia y la
autoridad nunca ha sido la actividad favorita dentro de las religiones.
No
es el único caso que he visto donde la ideología pesa más que el sentido de
fraternidad y el sentido común. Hace unos meses, la organización cristiana de
caridad World Vision, que financia a
niños de escasos recursos en países pobres -comparen eso con Bibles for Iraq, por cierto-, perdió a muchos de sus patrocinadores
después de que en 2014 aceptaran contratar cristianos homosexuales legalmente
casados para sus labores, lo que se tradujo en una pérdida total de
financiación de más de $6.000.000. Son cerca de 19.000
niños que quedan sin apoyo, simplemente porque la búsqueda de metas
nobles en común pasa a segundo plano ante la vida sexual de quien comparte
dichos objetivos. ¿Qué respeto puede pedir
una persona que piensa así, que prefiere dejar que los niños pasen penurias
antes que un gay trabaje en una campaña de caridad? Es más, ¿qué respeto puede merecer?
Y
no dejemos de mencionar que la Iglesia Católica amenazó en nuestro país con cerrar
sus hospitales y clínicas si la Corte Constitucional reglamentaba la
eutanasia. Es decir, estaban dispuestos a dejar de atender a miles de personas
por cuestiones políticas y religiosas, poniendo en jaque la situación del
sistema de salud de Colombia. Eso no es muy coherente con el supuesto
progresismo que el papa Francisco pregona a los cuatro vientos. ¿Qué respeto
merece una institución así, que monta un berrinche que amenaza la salud de
miles de personas para hacer intromisión en el gobierno, cosa que además no les corresponde?
Es
mi opinión al respecto. A cualquier lector cristiano que de verdad piense de
esa manera, que crea que un pasaje de Juan es más importante que comida o
refugio para un desplazado, o que las necesidades de una persona están por debajo
de su tranquilidad ideológica, le aconsejo que se tome unos momentos para
meditar si su postura es la correcta. Lo que está haciendo es una labor tóxica
para la sociedad, al dejar de resolver los problemas de calidad de vida de las
personas que más lo necesitan. Y no puede pedir respeto a sus creencias si lo
llevan a esa forma de pensamiento.
Como
plus, me ciño al mismo ejercicio de David en De Avanzada, y dejo este enlace para las personas que desean
aportar, y tienen lo necesario, para ayudar de forma real a los refugiados
iraquíes: http://www.actionagainsthunger.org.uk/asia/iraqi-kurdistan.
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