Muerte a los gays: la Biblia es el problema, no la gente
Se
supone que debería estar continuando con la
parte oscura del regionalismo. Es
difícil mantener la serenidad con noticias de este calibre, y es probable que
pierda compostura. Quizás debería simplemente ignorar el asunto, porque siempre ocurren cosas similares, por causa de personas similares*.
Pero
ese no soy no. De ninguna forma. Y no puedo mantener la boca cerrada por este
asunto. Hay que hablar seriamente.
Entremos
en materia. El pasado 30 de noviembre, el pastor Steven Anderson, de Arizona,
hizo unas simpáticas declaraciones acerca del SIDA. Para el hombre, esta grave
enfermedad no es más que el juicio de Dios por soportar la diversidad sexual. Y
aseguró que la cura para esta enfermedad siempre ha estado en la Biblia. En
concreto, Levítico 20:13.
El lector cristiano debe (o debería) conocer de
memoria este pasaje, pero de todos modos lo reproduzco: “Si alguno se acuesta con varón como los que se acuestan con mujer, los
dos han cometido abominación; ciertamente han de morir. Su culpa de sangre sea
sobre ellos”. Sí. Exactamente como suena. Para Anderson, la cura del SIDA
es ejecutar
a todos los homosexuales. “Estuvo
justo aquí en la Biblia todo el tiempo… La cura está justo aquí… Si ejecutan a
los homos como Dios recomienda, no tendrían todo este SIDA aumentando sin parar”,
fueron las palabras del pastor. Y no es que se detuviera sólo con los
homosexuales: “Cualquiera que es homo o
bi –todo es la misma categoría- sodomita es como los llamaría la Biblia”.
Ignoremos
por un momento que el SIDA no es una enfermedad exclusiva de los homosexuales.
Ignoremos que ser homosexual o bisexual no es lo mismo. Ignoremos que la gente
de Sodoma fue destruida, según la Biblia, por cometer graves pecados, que
seguramente incluían más que simplemente acostarse entre hombres (ignoremos, de
paso, que no hay una evidencia real de que tal evento ocurriera). Y centrémonos
en un asunto. Lo que dice Anderson es cierto, en parte. En el pasaje está claro
el tratamiento que Dios pide para los homosexuales (específicamente los
hombres; las mujeres, como siempre, parecen no importarle demasiado).
Seguro,
muchas personas me dirán inmediatamente: “Pero
es que ese pasaje es del Levítico, y las leyes mosaicas fueron anuladas por
Jesús”, o “No, esa es la interpretación
de un hombre; él no es un verdadero cristiano”. Son excusas francamente
patéticas. En el primer caso, Jesús fue enfático en Mateo 5:17-18, al decir que
él no iba a abolir la ley mosaica, así que técnicamente estos castigos estaban
vigentes en su época. Y si no les gusta leer el Antiguo Testamento, el Nuevo no
se queda atrás. Si bien no pide su muerte, 1 Corintios 6:9 deja clara la
posición cristiana con respecto a los homosexuales: “¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os
dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados,
ni los homosexuales”. Siguen siendo tan crueles y discriminatorios como
antaño.
El
segundo caso es lo que se denomina la falacia del verdadero escocés: si una
persona de tu ideología o grupo social comete una falta grave, se excusa
diciendo que no los representa realmente, en lugar de buscar las raíces del
problema. Y el problema es claro: el maltrato a los homosexuales está
justificado en la Biblia. Ni más ni menos.
El
principal problema no es la interpretación que un religioso poco estudiado le
dé a la Biblia (en su página, ensalzan que haya memorizado cientos de pasajes
bíblicos, aunque no terminara la universidad). El problema es querer que todos
en la sociedad se ajusten a lo que dicte la Biblia. Fue un libro escrito por
una cultura antigua, por los tiempos en que había muchas cosas que no podían comprender,
que los llenaban de respeto, dudas o repugnancia. Decidieron resolverlo
escribiendo una serie de leyes para manejar adecuadamente, a su parecer, todos
esos sucesos ajenos a ellos, y lo justificaron como la Palabra de Dios. ¡Pero
han pasado miles de años desde que eso ocurrió! La Ilustración nos regaló el
don de la razón, del pensar fuera de los moldes establecidos. Nos mostró que no
se requería de un dictamen celestial para comprender lo que es bueno o malo, y
sin embargo, ¡aún hay personas que necesitan creer en un Dios para saberlo!
Cristianos
miserables (sí, así lo digo: no hay forma serena de expresarlo) como Anderson
hay en todas partes. Todos leen la Biblia, y claro, la interpretan a su antojo.
Sin embargo, el problema no son sólo las personas intolerantes y
fundamentalistas. El problema es que el libro los respalda. El problema está en
el libro. El libro es el problema.
Es machista, misógino y discriminador. Y muchos saben que esos son pésimos
valores, pero no se atreven a cuestionarlos. ¿Por qué? Ah, porque es palabra de
Dios. Bien, si usted realmente cree que así deben ser las cosas, es usted tan
miserable como Anderson. Usted tiene el derecho de creer y opinar lo que
quiera, es cierto, pero igual lo tienen los demás, y no se queje si empieza a
ser criticado por decir que los homosexuales son indignos de la salvación. Y no
pida respeto para usted o su creencia. Ninguno la merece.
Así termino. Si algún lector cristiano tiene
realmente deseos de reflexionar acerca del asunto, les dejo un ejemplo: Jesús
no abandonó la ley mosaica, pero sabía en qué momentos era necesario acomodarla
o prescindir de ella. Sabía que había obras que hacer aunque estuvieran en
contra de la ley mosaica. Podía pensar por fuera del libro, por decirlo así.
Atrévanse a lo mismo. Tienen el derecho a cuestionar lo que se les enseña.
*Incluía en esta oración una indirecta sarcástica acerca de llamarme a mí mismo agnóstico. Por considerarlo un acto más bien falto de carácter, e irrelevante ante el tema principal, he decidido alterarla en una perspectiva más general.
*Incluía en esta oración una indirecta sarcástica acerca de llamarme a mí mismo agnóstico. Por considerarlo un acto más bien falto de carácter, e irrelevante ante el tema principal, he decidido alterarla en una perspectiva más general.
Jejeje, ¿"ajustarte al estereotipo" y "confabularte con el privilegio religioso"?
ResponderEliminar¿Indirecta para mí?
Buen artículo, como de costumbre, Martín. Un feliz finde ;)
Jajaja! Un poco, sí. Pero no eres el único que piensa igual, así que podría aplicar para cualquiera.
EliminarLa verdad es que en estos días ando un poco de malas, y muchas cosas me tienen propenso a ofenderme :P No te fijes, no es nada en contra de nadie. Por eso preferí enfocarlo en la noticia de esta noticia, y dejar la siguiente entrada de Nacionalismo inútil para después.
Feliz fin de semana, igualmente.
Jejeje, mucho ánimo, las cosas mejoran ;)
EliminarAlgún día me gustaría entablar un intercambio relajado y honesto de ideas sobre ese tema de ateísmo/agnosticismo.
Un saludo.
PD: Recuerda que al ofenderte le das poder a otros sobre tus emociones.
Gracias por tu apoyo. Esta entrada me sirvió de catarsis para la depresión que tenía, y además es un apoyo a algunos colegas que han tenido problemas por su sexualidad.
EliminarSaludos.
Buen artículo...pero dios es amor...jajajajaajajaja Levítico 20:13 "»Si alguien se acuesta con otro hombre como quien se acuesta con una mujer, comete un acto abominable y los dos serán condenados a muerte, de la cual ellos mismos serán responsables."
ResponderEliminarEsa idea nunca sale de su cabeza. Y si no es eso, entonces no comprendemos a Dios. Ksss...
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