De “broicismo” y otras malas apropiaciones del estoicismo

Si algo marcó el período más duro de la pandemia de COVID-19, fueron los largos meses de confinamiento, con una consiguiente afectación en la salud mental de millones de personas. El espacio limitado y la falta de interacción con otras personas terminaron disparando o agravando casos de depresión y ansiedad, así como afectar en otras condiciones neurológicas. En ese ambiente, no fue raro que miles buscaran una forma de solucionar la incertidumbre y aliviar su mente. Meditación, libros de autoayuda, filosofías de vida, terapia psicológica… Distintas herramientas se volvieron parte del diario vivir para muchos durante esos tiempos de angustia y soledad.