“¡Es un autoatentado!”
Desde
el 11 de septiembre, es costumbre que las personas que critican a Occidente
minimicen los atentados que ocurren en los países del “Primer Mundo”. Hay
muchas formas de hacerlo: que hay muertos en países más pobres y golpeados por
la guerra (irónicamente, cayendo en la jerarquización de la muerte que tanto
dicen criticar), que las potencias mundiales han invadido otros países, y que
reciben lo que se merecen, que los medios resaltan estos atentados por orden de
los países occidentales. Cada una es estúpida y horrenda en sí misma, pero
probablemente la más estúpida de todas es el argumento que suelen esgrimir los
más conspiranoicos: “¡Es un autoatentado!”.
En
el ámbito militar, se le conoce como operación de bandera falsa. Son
operaciones en cubierto realizadas por gobiernos, organizaciones y otros grupos
de forma tal que parezcan ser obra de otros grupos, generalmente durante
tiempos de guerra o con el fin de crear un pretexto para la guerra (creo que ya
perciben hacia dónde sopla el viento). Hay ejemplos muy bien conocidos de
guerra, como el incidente Giewitz, que dio a la Alemania nazi un pretexto para
invadir Polonia, o el Golfo de Tonkin, que marcó la entrada de Estados Unidos a
la Guerra de Vietnam; en Colombia, tenemos el ejemplo de la Operación Jaque en
2008. También se sabe de algunas operaciones de bandera falsa planificadas que
no se llevaron a cabo, como la Operación Northwoods, que buscaba crear una
excusa para invadir Cuba, y otras que se debaten si lo fueron o no, como el
incendio del Reichstag.
Ya
planteado el asunto, creo que es obvio a lo que voy. Umberto Eco decía que la
Internet le dio voz a una generación de idiotas, y en parte tenía razón: la
vastedad de la red y la libertad de decir y publicar casi cualquier cosa ha
permitido que muchas teorías pobres, basadas en ideas prejuiciosas y argumentos
débiles, pululen en todas partes. Con el reciente atentado en Niza, más de uno
ha salido a decir que se trató de un autoatentado orquestado por el mismo
gobierno francés, dado que es “mucha coincidencia” que ocurriera días antes del
término del supuesto plazo de Francia para retirar sus tropas de Oriente Medio.
Claro, dijeron cosas similares cuando ocurrió la masacre en Orlando… Y la
masacre en París de noviembre… Y el atentado en Charlie Hebdó… En fin, notarán que cada atentado, cada masacre
ocurrida en una potencia occidental es declarada por muchos como un
autoatentado.
La
verdad es que esgrimir esas teorías no es nada nuevo. Desde el hundimiento del U.S.S. Maine en 1898, siempre hay
críticos de las potencias mundiales que quieren ver todo atentado realizado
contra ellos como parte de un plan macabro de sus gobiernos para ir a saquear
países pobres con recursos para aprovechar, o para derrumbar a un gobernante
que les cae gordo. Recordemos que aún hay gente desubicada que cree que el 11
de septiembre fue orquestado por George Bush para invadir Irak y robar su
petróleo, cuando la realidad es que hay razones sociopolíticas para desestimar
una idea similar (lo que no significa que Bush no sacara tajada de la tragedia)
y razones para
rechazar las teorías de un autoatentado como enajenaciones de locos.
Los
que hoy gritan que los atentados en Francia son operaciones de bandera falsa
son personas que suelen tener un pobre nivel crítico, que con frecuencia
recurren a falacias lógicas para sus argumentos (por ejemplo, las “coincidencias”
con Francia son un típico post
hoc ergo propter hoc), que no comprenden que correlación no es igual a
causalidad, y que se dejan llevar por prejuicios de que, si las potencias
occidentales cometieron crímenes en los territorios que colonizaron, entonces
todo lo que hacen ellos es malo, y están confabuladas para someter y destruir
el Tercer Mundo. No es infrecuente que los que esgrimen el argumento de “¡es un
autoatentado!” sean creyentes de teorías conspirativas globales como los
Iluminati o el Nuevo Orden Mundial, así que no son el tipo de personas que
escucharán lo que tengas que decir, y probablemente tampoco puedas hacerlos
razonar mucho.
Quienes
critican el enfoque de los medios a las tragedias en Occidente con “¡es un
autoatentado!” por lo general carecen de argumentos serios. Cuando usan ese
grito de guerra, dejan en evidencia que saben muy poco de la historia, el
contexto cultural y sociopolítico de los países que defienden o critican, y no
son capaces de comprender que todas estas cosas dan luz a razones más complejas
que explican el tenso clima político de hoy, así que prefieren conformarse con una
patética caricatura maniquea del mundo, en el que un grupo de países son
los malos al servicio de un poder oculto, y los otros países son héroes de la
libertad. ¡Esto no es Harry Potter,
ni El señor de los anillos, señores,
es la vida real! El mundo es mucho más complejo; las interacciones sociales son
mucho más complejas para pretender reducirlo todo a una gran conspiración de la
que nadie tiene evidencias serias, más allá de videos de Youtube y páginas
verdadosas y mediocres.
Y
ojo, que yo no estoy diciendo que no puedan darse operaciones de bandera falsa
en estos días (hay reportes de casos muy recientes, durante el conflicto entre
Rusia y Ucrania). No obstante, sea más cauteloso y piense mejor en lo que lee y
lo que dice. Con todos los problemas que se ven hoy, como las guerras en Oriente
Medio, las atrocidades de grupos extremistas religiosos, las atrocidades de
países que difícilmente diferencian entre rebeldes y civiles, la ola de
migraciones a Europa, el choque cultural que todo esto ha conllevado, y el poco
éxito en integrar a la cultura occidental a muchos grupos sociales, étnicos y
religiosos, buscar la explicación de toda la violencia que se ve en una
supuesta conspiración mundial es ser ignorante y mentalmente perezoso.
Amigo
lector, si usted es de los que creen que cada atentado en Francia, o en Estados
Unidos, o en Inglaterra, o en cualquier potencia de Occidente, es un
autoatentado orquestado por una élite secreta, le sugiero que sea mucho más
curioso y crítico con todo lo que lee y comparte, porque Internet está lleno de
mentirosos y delirantes que se aprovechan de los incautos para propagar ideas
ridículas. Si no tiene intención de cuestionarse ni un poco, le sugiero que
deje este blog, porque evidentemente le estoy haciendo perder su tiempo.
Si
usted es una persona un poco más seria y analítica, y ha escuchado a un amigo o
un contacto suyo decir que lo ocurrido en Francia es un autoatentado, sospeche:
seguramente su conocido tiene un pésimo filtro crítico de la información que se
encuentra. Y si esa persona empieza a hacer alusiones sobre el Nuevo Orden
Mundial, bien puede ignorar cualquier otra cosa que pueda decir al respecto;
difícilmente será algo que se pueda tomar en serio.
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