¿Yagé en la Unimagdalena?
En
la ciudad, la emisora Radio Galeón (afiliada
a Caracol Radio) tiene revolucionado
el espectro. Hace unos días, un estudiante de antropología de la Universidad
del Magdalena participó en una sesión de consumo de yagé, un psicoactivo
alucinógeno, en la Sierra Nevada de Santa Marta. Tras su repentina mala salud y
su estadía en una institución médica (aparentemente en cuidados intensivos,
pero es poca la información al respecto en otros medios), todo parece indicar
que fue el yagé lo que lo puso en ese estado. Desde que se conoce la noticia, el
hermano del joven y el periodista Víctor Rodríguez, locutor de Radio Galeón, han
señalado a la doctora Lorena Aja, docente de la Unimag, como responsable de lo
ocurrido al muchacho de 20 años, por haberle suministrado información de dónde
podía localizar en la Sierra a las personas que preparaban el yagé.
Fuera
de ahí, y dada la escasa información al respecto, se ha formado un penoso circo
radial al respecto, y todo tipo de conjeturas y asunciones endebles han salido:
que la profesora lo acompañó a la toma del alucinógeno, que eso era parte de
una salida de campo, que la Unimag tiene que responder por lo ocurrido al
estudiante. Muchas cosas entremezcladas, y es difícil sacar poco en concreto al
respecto. A pesar de ello, intentaré señalar un par de cosas.
Primero:
no voy a tratar al yagé de forma diferente a otra sustancia psicoactiva. Es
cierto que es una sustancia consumida dentro de rituales religiosos, para
alcanzar un estado modificado de conciencia (lo habitual en los llamados
enteógenos), pero ese tipo de contextos no la eximen de una observación escéptica
semejante a la que se hace con cualquier otro psicoactivo como el cigarrillo o
la marihuana. En otras palabras: que sea usada dentro de un contexto
espiritual, que sea una sustancia consumida durante siglos por
comunidades indígenas (no precisamente las de la Sierra, por cierto), o que
se le promocione como medicina espiritual, no
es un argumento ni a favor ni en contra, si lo que vamos a analizar son sus
efectos. Y lo cierto es que, a pesar de todos sus supuestos beneficios o la
experiencia sensorial que otorga, tiene
también sus riesgos,
como toda “droga” (quise evitar esta palabra por su imprecisión: psicoactivo es
una palabra más exacta). Y como tal, merece el mismo tratamiento que deberían
tener todas las “drogas”: que sean legales y reguladas por entidades
competentes, como ya lo son el cigarrillo y el alcohol.
Saquemos
del paso las afirmaciones gratuitas que hacen otros acerca de que los efectos
negativos del yagé ocurren por consumirlo fuera del ritual apropiado, o por el
estado mental de la persona (no hablando de problemas psicológicos, sino de
equilibrio emocional), y que sólo deben ser preparados por indígenas. Son afirmaciones
típicas de quienes lo defienden como una especie de herramienta espiritual,
pero no las considero suficientes: sufren de una justificación basada en hechos
metafísicos indemostrables, con no pocas gotas de racismo. En honor a la
verdad, la etnia tampoco debería ser un problema a la hora de preparar y
consumir yagé, siempre que sea de una forma adecuada (lo que seguro es más
difícil de hacer para los “blancos”, que no tendrán el mismo acceso a dicha
información).
Sin embargo, todo eso es aparte del problema principal a analizar; sólo lo traigo a colación para mostrar que el hecho de que X o Y persona consuma drogas no tiene que ver con las observaciones futuras que se hagan, y que mi percepción sobre el yagé no afecta lo expuesto aquí.
Sin embargo, todo eso es aparte del problema principal a analizar; sólo lo traigo a colación para mostrar que el hecho de que X o Y persona consuma drogas no tiene que ver con las observaciones futuras que se hagan, y que mi percepción sobre el yagé no afecta lo expuesto aquí.
Lo
que realmente es molesto de todo este caso es el pésimo trabajo periodístico
que ha hecho Víctor Rodríguez (y por extensión, también Radio Galeón). Guiado por una sensiblería definitivamente penosa,
ha exagerado la situación de una forma tal que parece que consumir yagé fuera
una cátedra dentro del pensum del programa de Antropología en la Unimag. Todo
mientras habla de la “preocupación de los padres” por la seguridad de sus
hijos, y compartiendo el dolor de los padres del muchacho afectado por la
sustancia, en un tono en que parece que los estudiantes de la Universidad son
todos infantes, o que con 20 años el estudiante afectado no era responsable por
sus actos al salir a la Sierra en un recorrido en el que ni la Universidad ni
el programa de Antropología tuvieron nada que ver: fue por cuenta y riesgo del
joven.
Es
también vergonzosa la forma en que ha entrevistado a Lorena Aja, a quien sigue
pidiéndole que responda por la salud del estudiante, ignorando de paso que ella
sólo le suministró una información que él le pidió, que muy probablemente (porque,
de nuevo, hay información que es difícil contrastar*) ni siquiera lo acompañó a
la Sierra, y que por lo tanto ella no tiene nada que ver con su estado actual.
Y hoy fue sumamente penoso que, cuando la docente Aja sugirió que debían tener
un mejor manejo de la información y averiguar a profundidad todo lo que había
ocurrido, Rodríguez saltara herido en lo vivo a gritar: “¡Respete, por favor! ¡Respete!”, como si él no hubiera estado
alzando la voz todo el tiempo contra el tono más bien conciliador de la
docente, y como si no hubiera estado haciendo realmente un muy mal trabajo
periodístico.
El
problema es que comunicadores como Rodríguez se guían más por el hígado y las
emociones que por el cerebro y los hechos. Como un joven está en estado
aparentemente delicado por el consumo de yagé, y su familia es “decente”
(ignoro cómo se mide la decencia), y el hermano del afectado señala a la
docente Aja, sumado a los padres que llaman indignados a la emisora, entonces
canaliza todas esas emociones paternales para señalar a un culpable que no sea
un joven que con más de 18 años ya está lo bastante grandecito para afrontar
las consecuencias de sus actos. Y además, ya que se ha señalado que el
estudiante es consumidor habitual de otras sustancias psicoactivas (una jugada
poco inteligente para quien trataba de defender a la docente, dicha información),
entonces Rodríguez continúa presionando para que Lorena Aja y los directivos de
la Unimag respondan por lo ocurrido, ya que se “está presentando un grave problema al interior de la Universidad”.
¿Qué, es que acaso nos venden yagé en las cafeterías? ¿”Consumo de Yagé y
Contexto Espiritual” es una materia de Antropología? Un poco más de rigor
periodístico, por favor.
La
información que Lorena Aja haya suministrado al estudiante se hizo dentro de la esfera personal, no dentro
de la esfera académica. Fue por fuera de horarios de clase, fue por fuera de
cualquier trabajo en una materia, y fue para una salida que no tenía
financiación alguna por la Universidad o la docente, ya que no pertenecía a
materia alguna, sino que fue una actividad recreativa del joven. Si acaso la
docente Aja tuviera que responder por algo (que no es así; ya está establecido
que fue decisión del muchacho), sería como persona y no como docente ni como
representante de la Universidad del Magdalena, por lo cual ni al rector ni a
los directivos les compete responsabilidad alguna. Rodríguez debería dejar de
guiarse únicamente por el criterio de la familia (por mal que suene esto, la
familia no siempre lleva la razón, menos si no aceptan la condición de su hijo)
y ser mucho más profesional de lo que pretende ser ahora.
Una
defensa no muy útil de la docente Aja fue mencionar que en la Universidad hay
consumo de otras sustancias como marihuana y cocaína, y que nadie ha mencionado
nada al respecto, ya que Rodríguez lo tomó como otro argumento a su favor de
que hay un grave problema en la Unimag. La cuestión es: ¿Y? No se puede tapar
el sol con un dedo. Que hay estudiantes que consumen psicoactivos, y que lo
hacen con regularidad, es un hecho. Y es cierto que la Universidad no ha tenido
mucho éxito en suprimir dicho comportamiento. No obstante, todo esto no es más
que un reflejo de la inútil y absurda dicotomía en la que vivimos cuando
existen unas “drogas” que se consumen legalmente y otras que no. O todos en la
cama o todos en el suelo: o se declaran ilegales todas las sustancias
psicoactivas, o todas se legalizan. Y vistos los problemas que surgen cuando se
mantienen luchas desastrosas e inútiles que provocan consumos a escondidas,
incluyendo la toma de yagé del estudiante afectado, la opción más recomendable
sería la legalización. Después de todo, cada adulto es responsable de sus acciones,
y si decide consumir marihuana o yagé, aun consciente de sus riesgos, es su
decisión: no hay que minimizar tal hecho ni formar un circo con ello, como si
la persona fuera retrasada mental.
Con esto concluyo. Si existen personas en
desacuerdo con lo que he expuesto aquí, los invito seriamente a reflexionar.
Que la situación por la que está pasando una familia no sea pretexto para
satanizar ni condenar a una docente o a la universidad en la que ejerce, ni
mucho menos de forma tan repugnante como lo ha hecho el señor Rodríguez en Radio Galeón. Por triste que sea su
estado actual, no se puede ignorar que la decisión de consumir o no una
sustancia recae enteramente sobre el muchacho afectado.
* Actualización: reciente información confirma que efectivamente la toma de yagé del estudiante se dio durante una salida de campo, en compañía de la docente Aja. En tal caso, ella sí debe guardar responsabilidad por exponer a un estudiante a una actividad personal suya de ese tipo, y en un espacio de actividad académica. Esto no cambia, sin embargo, el espíritu crítico de la presente entrada hacia la desinformación y estigmatización que se ha manejado en los medios de información de la ciudad de Santa Marta.
* Actualización: reciente información confirma que efectivamente la toma de yagé del estudiante se dio durante una salida de campo, en compañía de la docente Aja. En tal caso, ella sí debe guardar responsabilidad por exponer a un estudiante a una actividad personal suya de ese tipo, y en un espacio de actividad académica. Esto no cambia, sin embargo, el espíritu crítico de la presente entrada hacia la desinformación y estigmatización que se ha manejado en los medios de información de la ciudad de Santa Marta.
Se supone que los indígenas son los que elaboran este "bebedizo", entonces, ¿por qué razón, personas que no son ni ancestralmente indígenas lo hacen? Y lo peor, ¿por qué lo consumen personas que ni siquiera tienen (o sienten) espiritualidad? Por cierto, muy bueno el análisis del artículo.
ResponderEliminarSaludos. En realidad, yo considero que ni la etnia, ni la "ancestralidad", ni la espiritualidad deberían ser limitantes para preparar o consumir yagé; hay cierto tinte racista en esa idea (aunque seguro no es tu intención). Sin embargo, sí es cierto que la reacción ante un psicotrópico como ese, el LSD o los hongos, podría estar determinada por el estado mental de la persona (si está deprimido, si tiene mucha tensión en ese momento de su vida, etc.). En tal caso, es posible que tanto el estado del estudiante como la preparación (porque podría haber sido también una dosis alta, o mal preparada) desembocaran en su estado actual.
EliminarSupuse que te puede interesar: http://de-avanzada.blogspot.com/2015/04/yage.html
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Estoy precisamente leyéndolo. Ya tenía la sospecha de que la preparación varía entre comunidades, por lo que analizar la sustancia en general es muy complicado.
EliminarSeis personas como muestra... Excelente :p
Sobre este artículo del ensayo piloto mencionado rescato lo siguiente:
Eliminar1. Es un estudio preliminar.
2. Estos resultados iniciales son sorprendentes por los efectos antidepresivos registrados.
3.La acción antidepresiva es inmediata comparada con el tiempo de acción de los antidepresivos tradicionales que tardan hasta 2 semanas.
4. Los voluntarios fueron pacientes con trastorno depresivo que no respondían positivamente a la medicación tradicional, además nunca habían tomado Yagé u otro tipo de sustancia psicodélica.
5. El Yagé fue bien tolerado por los pacientes, lo que sugiere que es seguro administrarse en pacientes deprimidos (relacionan otros estudios sobre la seguridad).
6. El vómito fue el único efecto adverso registrado en la mitad de los voluntarios.
7. Reconocen las limitaciones de este ensayo preliminar: Una muestra pequeña (6 voluntarios), la ausencia de la técnica doble ciego para descartar el efecto placebo, la no disponibilidad de técnicas de neuroimagen que permiten ver el cerebro en vivo entre otras.
8. Estos resultados deben tomarse con cuidado y motivan a profundizar mas las investigaciones, pues estamos ante una medicina que podría revolucionar el tratamiento de la depresión.
El problema de dicho estudio es que, efectivamente, la muestra es demasiado pequeña para ser significativa, y como tal los resultados obtenidos no pueden extrapolarse adecuadamente. Es necesaria una investigación más robusta antes de considerar que efectivamente se trata de una medicina.
EliminarEs una prueba piloto, como tal tiene sus limitaciones,seguramente por los recursos económicos que requiere, sin embargo uno de coautores de este ensayo piloto, Dr. Draulio de Araujo, neurocientífico de la universidad de Rio Grande do Norte de Brasil, esta tratando 46 voluntarios aleatorios (de 80 que tienen planeado) usando la técnica doble ciego de control del efecto placebo, el cual iniciaron en enero del 2014 y el que esperan terminar a finales del 2015.
EliminarTengo la siguiente información:
ResponderEliminar1. El joven durante la toma de yagé y el día posterior no mostró ningún comportamiento extraño.
2. El joven enfermo 10 días después de ingerir Yagé.
3. La profesora Aja afirma que es falso que la toma de yagé haya sido en una práctica académica.
4. Compañeros del joven dicen que el consumía drogas psicoactivas.
5. El joven está en una clínica psiquiátrica, tiene un trastorno mental.
Concluyo y observo:
1. No es claro que su reacción haya sido causado por la toma de Yagé.
2. Hay que revisar que otra sustancia pudo consumir, es probable haya ingerido alguna sustancia adulterada o desconocida. Recordemos que en el mercado negro se está adulterando sustancias como el MDMA por PMA y la LSD por 25B-NBOMe, sustancias que los expertos advierten son peligrosas.
3. Con las mezclas hay que tener cuidado, el yagé no puede mezclarse con MDMA y en general con sustancias contraindicadas con las IMAOs. Descarto esta posibilidad porque entiendo que los IMAOs del Yagé desaparecen en horas del cuerpo, así que una intoxicación de este tipo solo se manifiesta en la misma noche que se ingiere yagé.
4. Hay estudios que demuestran que el Yagé no es neurotóxico, ni hepatotóxico. Sin embargo tiene que ser suministrado con cuidado o evitarse en pacientes con graves trastornos psiquiátricos. Pienso que si el yagé le hubiera disparado este trastorno, este hubiera sido manifiesto al día siguiente de la ingesta y no 10 días posterior.
5. Lamento lo sucedido, espero el joven pueda recuperar pronto su salud.
Súper detallado. Gracias. Tuve conocimiento hace poco del consumo de drogas por parte del estudiante (aunque por supuesto, en la emisora no hacen eco de eso), así que es posible que se deba al consumo de otras cosas. Sin embargo, como dices, el asunto no es del todo claro.
EliminarAlgo que me parece injusto es lo acontecido a la profesora Aja, actualmente tuvo que renunciar a la universidad por solicitud de las directivas, el joven estaba interesado en tomar yagé y solicitó a la la profesora información de donde se realizaría esta ceremonia indígena, no fue una actividad oficial programado por ella en nombre de la universidad, además no esta determinado que las causas de su actual trastorno mental fue causado por la ingesta de yagé. Espero el joven pueda recuperarse y aclarar esta situación con sus padres y la universidad y la profesora pueda recuperar su empleo.
EliminarAgregaría este reflexión: Una persona adulta debe tomar sus propias decisiones en lo relativo a exponerse, o no, a una droga específica, independientemente de que esté disponible con receta médica o de que esté prohibida por la ley, evaluando los posibles beneficios e inconvenientes a partir de sus propios recursos y valores morales. Y es precisamente debido a esto por lo que estar bien informado desempeña una función indispensable. Mi filosofía puede resumirse en tan sólo cuatro palabras: “Infórmate y después elige”. Sasha Shulgin - Pihkal y Tihkal en español
EliminarUn mensaje similar se publica en el encuentro internacional de culturas andinas que se realiza en Pasto (Nariño, Colombia): "Advertencia: La responsabilidad de las personas que participan en las ceremonias es exclusivamente de ellas, para lo cual se recomienda enterarse y advertirse previamente sobre los riesgos y efectos que pueda tener el consumo de las substancias utilizadas por los Taitas, Chamanes u oferentes de las diversas ceremonias."
EliminarEn realidad, siempre especifiqué que, independientemente de la forma en que estuviera involucrada la profesora Lorena, el muchacho fue el que tomó la decisión de consumir yagé, y como tal debía estar consciente de sus efectos. Por desgracia, en los medios lo han puesto como si hubiera sido corrompido o algo así, como si con 20 años no fuera capaz de tomar sus propias decisiones.
EliminarTriste que la profesora haya tenido que renunciar por lo ocurrido. Fuera en el espacio que fuera, no considero que esa hubiera sido la reacción adecuada, porque de todos modos el estudiante estaba en la libertad de elegir o no consumir yagé.
Por fortuna hay varios estudios sobre la tolerancia y la seguridad del consumo de yagé, estos en general concluyen que la ingesta de yagé es segura y advierten algunos riesgos:
Eliminar1. No mezclar con sustancias contraindicadas con los inhibidores de la enzima mono amino oxidasa (Imaos), tales como MDMA, algunos antidepresivos, alimentos ricos en tiraminas etc.
2. Evitar o suministrar bajo vigilancia médica en pacientes con trastornos psiquiátricos graves.
3. Tomar yagé bajo supervisión, no tomarlo solo. Puede ser que la persona no controle su estado modificado de conciencia por falta de experiencia y se accidente por una caida o otra situación indirecta.
entre otros.
Volaverunt91, muchas gracias, me parece bien enfocado y objetivo tu artículo, los comentarios que hago es solo con el fin de complementar e informar objetivamente mas sobre este asunto. Saludos desde Medellín.
EliminarSaludos, y gracias igualmente por las observaciones.
EliminarMuy bonito publicar algo del cuál solo tienen conocimientos superficiales frente a este hecho ocurrido. Acá tienen a la persona la cual mencionan en este artículo.
ResponderEliminarSin ningún problema. La entrada es de hace casi dos años, y la escribí basada en lo ocurrido en Radio Galeón y comentarios de estudiantes, así que desafortunadamente no fui tan riguroso como podía haberlo sido. Si quieres dar tu testimonio de lo ocurrido, con gusto lo anexaré en las actualizaciones.
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