El enfermizo problema del fandom


El pasado domingo se cumplió un año de uno de los sucesos más extraños de los últimos años causados por un fenómeno cultural. Vale la pena usarlo como punto de partida para hablar de un tema que he mencionado unas pocas ocasiones, y que vale la pena analizar detenidamente: el comportamiento estúpido y posesivo que muchas veces tienen los seguidores de un producto de ficción, llegando en no pocas ocasiones a la discriminación y el acoso.

El año pasado, la cadena de restaurantes McDonald’s decidió lanzar una promoción de la salsa estilo Szechuan con la que promocionaron Mulan en el ya lejano 1998 (qué horrible suena darme cuenta del tiempo que ha pasado), con motivo de la tercera temporada de Rick y Morty, donde el científico protagonista hizo una mención de ella como un producto delicioso que sólo podía volver a saborear en su memoria. Miles de fanáticos en Estados Unidos viajaron hasta los locales del restaurante donde estaba activa la promoción. Aparentemente, era un gancho de éxito imparable para McDonald’s.


Por desgracia, hubo un pequeñísimo detalle que la cadena no tuvo en cuenta: sólo dispusieron de 20 paquetes de salsa por local. La cosa estalló. Se formaron filas de horas, y cuando miles de personas se dieron cuenta que no tendrían su salsa, empezaron a causar disturbios en diversos locales, y llegando a extremos patéticos grabados en video, como el de un perfecto imbécil que hizo una pataleta encima del mostrador de un McDonald’s, tirándose al piso al grito de “¡I’M PICKLE RIIICK!”. Y no, no estoy siendo excesivamente grosero: se necesita ser imbécil para montar un berrinche en un restaurante y ponerte a hacer gestos ridículos en el piso, como si con eso te fueran a disparar salsa Szechuan en la boca con una manguera.

El caso con Rick y Morty es uno de los más recientes, y al mismo tiempo de los más tristes. En poco tiempo la serie se ha consagrado como algo de culto, un importante referente de cultura popular y temas científicos y psicológicos, y quizás la mejor serie animada para adultos en estos momentos, sólo superada en mi opinión por BoJack Horseman (ya le haré un análisis detallado al caballo de Hollywoo en otro momento). Personalmente, la disfruto mucho. Sin embargo, al mismo tiempo que creció su popularidad creció también el número de espectadores estúpidos que nunca faltan en una serie: aquellos que terminan identificando mensajes erróneos detrás de su ejecución, se identifican con comportamientos tóxicos y se apropian de la serie a tal punto que se tornan agresivos, casi al punto de la violencia, contra aquellos que la cuestionen o critiquen sus puntos de vista. Una buena parte del fandom de Rick y Morty se ha hecho tristemente célebre por posturas sexistas y discriminadoras, acosar a las escritoras femeninas del show y amenazar a las páginas que se dedican a generar subtítulos para la serie, todo desde una actitud ególatra sobre cómo el programa sólo puede disfrutarse si tienes un IQ elevado, o creyéndose pseudopsicópatas incomprendidos por las mentes inferiores, inspirados por la personalidad brusca y directa de Rick Sánchez. Basura a más no poder.

Lo irónico es que este tipo de fanáticos parecen haber ignorado por completo el mensaje que trató de plasmarse precisamente en la tercera temporada que empezó el mame con la salsa Szechuan, y es que Rick no es una persona admirable. Es cierto que es el hombre más inteligente del Universo, y eso lo hace interesante y entretenido. Es cierto que a pesar de todo siente un gran afecto por su nieto Morty, y ama a su hija Beth; incluso llega a sentir cierto respeto por su yerno. Pero la tercera temporada mostró los alcances del abuso emocional y la crueldad de Rick sobre su familia, y cómo su carácter nihilista y autodestructivo lo han convertido en un ser apático y cínico a quien le importa poco el efecto de sus acciones sobre las personas cercanas a él. Morty lo deja claro al comienzo de la temporada: Rick no es un villano, pero tampoco es un maldito héroe. Creo que el análisis en La Zona Cero de la tercera temporada de la serie en Youtube (que por cierto, recomiendo mucho) presenta bien el tema de la deconstrucción del personaje:

Volviendo a Rick, hay que reconocer que Justin Roiland y Dan Harmon dejaron un mensaje muy claro con el personaje. Por lo general, los antihéroes o villanos como The Joker en El Caballero de la Noche o Tyler Durden en Fight Club son tomados como modelos a seguir por personas que no entienden el mensaje de estas series o películas, mensaje que es: ‘NO SEAS COMO ESTA PERSONA’.
Harmon entendió a la perfección que Rick se estaba convirtiendo en este modelo a seguir, casi un dios para los fans, cuando no debería, y lo convirtió en esta temporada en una persona sádica, que considera su apego emocional a Morty como una debilidad, que es capaz de transformarse en un pepino para evitar terapia familiar que le importa a su hija, o que puede pelear contra el gobierno de los Estados Unidos sólo por tener el ego inflado. Harmon ha mostrado que esa toxicidad de Rick le ha hecho daño a Morty, pero este ya está resignado a acabar así y aún quiere que su familia se salve, como lo mencionó al inicio de la temporada.


Los lectores habituales recordarán que ya me he cruzado antes con este tipo de fandom, y en cierta forma es encantador ver la forma estúpida en que se comportan. Ya hablé alguna vez del fastidio que causan los mediocres que se convierten en cuasi nazis porque una adaptación de su cómic favorito cambia de etnia a un personaje, o las fujoshis que se volvieron locas porque Kaneki tuvo sexo con Touka. No olvidemos cuando los fanáticos de Doctor Who se dividieron al enterarse que el Treceavo Doctor sería Jodie Whitaker, o todo ese mame asqueroso que se formó contra los protagonistas de la tercera trilogía de Star Wars, al punto en que Kelly Marie Tran (Rose) cerró sus cuentas de redes sociales tras intensas campañas de acoso (y todavía hay muchos idiotas justificando los ataques), con el cuento de que Star Wars se ha convertido ahora en un bastión de justicieros sociales y el progresismo, ¡como si la saga no hubiera sido progresista desde la maldita Trilogía Original!

La frecuencia de estos casos ya se convirtió en un meme recurrente.

Y todavía hay casos recientes. Ya ni hablemos de los comentarios crueles contra Anna Diop al ser seleccionada como Starfire para la serie Titans (aunque debo admitir que publicar solamente imágenes suyas con un atuendo nada halagador y mentir con que eran de un descanso no ayudó mucho), y no es que a sus compañeros actores, salvo Brenton Thwaites (Robin), les haya ido mejor con el “público” (empiezo a creer que esperaban que Ryan Potter tuviera la piel verde desde pequeño). Las críticas hacia la caracterización física del personaje pudieron ser acertadas en buena medida, pero lo cierto es que vi a muchos fanáticos rayando en el puro racismo, diciendo que no tenía sentido poner a una actriz de piel negra como Starfire. ¿Qué, querían una de piel naranja? ¿O se les olvida que el personaje es extraterrestre, y por lo tanto el color de piel y rasgos debería ser lo de menos? ¿O se molestaron porque se veía más cubierta que su personaje en el cómic? ¿En verdad estaban molestos con la caracterización, o es que acaso porque les mataron el morbo?

Es aún peor cuando el fandom compuesto por minorías históricamente discriminadas actúa precisamente como el más discriminador. Si estuve molesto por la forma en que Trace Lysett y Jaime Clayton atacaron a Scarlett Johansson por ser seleccionada para el protagónico de Rub and Tug, lo estuve mucho más cuando una parte de la comunidad LGBTI se fue contra Ruby Rose (Orange is the New Black) al ser elegida como Batwoman para el Arrowverse, dado que el personaje es gay, y según ellos la actriz no era “lo bastante lesbiana” para interpretarla. Rose. Ruby Rose. Quien es abiertamente gay desde su adolescencia. ¿En serio? ¿Desde cuándo hay una escala de la “gaydad”? ¿Es que las minorías se están ciñendo a sus propios estereotipos? ¿Es que es más gay Chris Colfer (Glee) que Luke Evans (The Desolation of Smaug, The Alienist)? ¿O bajo qué criterios se mediría eso? ¿Cuándo llegamos al momento en que si una persona no se comporta bajo determinados parámetros arbitrarios de una minoría, entonces no puede representarla?

Por supuesto, la apropiación equivocada de un mensaje no es nada nuevo. Por ejemplo, muchas personas han leído las obras de Orwell como Rebelión en la granja y 1984 y han asumido que el autor defendía sus convicciones políticas: para los conservadores, eran denuncias de los extremismos estalinistas; para los socialistas, criticaban las dictaduras militares de derecha; a ninguno se le ocurre que Orwell, socialista democrático, no veía con buenos ojos el totalitarismo en cualquier expresión política (siendo justos, Rebelión sí es una sátira del régimen de Stalin, pero también contiene una feroz crítica al capitalismo). El ideal nietzscheano del Übermensch era visto por el régimen nazi como una base para sus ideas sobre la superioridad aria, ignorando que el filósofo construyó su ideal a nivel del individuo, que además detestaba el antisemitismo y el pangermanismo y no era precisamente nacionalista. Y así hay un montón de casos, afortunadamente mucho menos dramáticos en su mayoría, pero no por ello menos molestos.

Realizar ficción es un trabajo difícil, y lo es más lidiar con una parte tan desagradable de los seguidores, cuyas acciones y actitudes terminan estigmatizando al resto. Tal como lo han comentado Steven Moffat, Harmon y otros creadores, las personas que tratan de justificar su horrible comportamiento con sus personajes o que creen que tal o cuál actor no puede interpretarlo porque no cumple con alguna idea delirante de perfección no deberían apropiarse de sus obras. Se supone que existen para ser disfrutadas, reflexionar en torno a ellas, no para gastarse la vida defendiéndolas como reliquias sagradas ni convertirlas en excusas para ser un imbécil.

Y por supuesto, no hay que despreciar una serie o su contenido solamente por un puñado de idiotas que convulsionan en el piso de un restaurante de comida rápida porque no les dan salsa, o que exigen que Sherlock y Watson se conviertan en una pareja gay porque si no sería discriminación. Cuando menos, lo que podemos hacer es dejar a este tipo de fanáticos en evidencia como los ridículos que son.

Comentarios

  1. Como aficionado a ciertos segmentos de la cultura pop, llámese cómics, películas, series y otros (no videojuegos, nunca me engancharon, pero puedo agarrar un joystick de vez en cuando), daré mi opinión sobre el asunto.

    Me divierte Rick & Morty. Es bastante trangresor, toca temas desde otra perspectiva, se burla de los tópicos y cliches de de las series de ciencia ficción y de paso se burla de la condición humana.
    Pero algo que si entiendo es que Rick es la clase de personajes sobre los cuales es entretenido ver, leer o escuchar, pero no es la clase de persona que uno quiere encontrarse o ser en la vida real. No es definitivamente la clase de persona que uno quisiera ser, ni ejemplo alguno, pero uno tampoco puede negar que hay cierto rasgo atractivo en Rick que se repite en muchas creaciones que van desde Don Juan a Diabolik, tambien personajes lejos de ser emulables pero atractivos por la violación de las normas convencinales de su época: por ejemplo Don Juan, un seductor irresponsable y Diabolik, directamente un criminal sin consciencia. Rick representa la transgresión que muchas de esas personas anónimas solo se atreven a través del anonimato de internet. Cara a cara tal vez son más tímidos o correctos o incluso agradables o razonables. Tal vez el ser matones virtuales les permite alguna experiencia catártica de las frustraciones diarias como lo es el ver la serie. Que sé yo, no soy ningún experto y no sé si el fenómeno este lo suficientemente estudiado o que ni siquiera esté correcta u objetivamente estudiado. Hay una condena a priori e incluso, aunque acepto que estos comportamiento deben ser restringidos, hay que admitir que calificarlos de nocivos ya limita el como se estudia un fenómeno, al calificarlo de "desviación de la norma". Por lo que sabemos, el comportamiento cortés puede ser lo que "se sale de la norma" y el matonaje seria el comportamiento "natural". Pero me desvío del tema.

    Obviamente hay gente también más influenciable que otra (me gusta pensar que eso es por factores como la educación o la edad, pero la vida se ha encargado de decepcionarme e incluso el más inteligente ha hecho más de una idiotez en su vida) que pensara que Rick (un personaje que entienden que es ficticio) tiene en su modo de ser razón y buscara imitarlo. Incluso a mi me gustaría ser tan inteligente como Rick y poder vivir tan libre de culpas y responsabilidades, pero claro que cuestiono esa inteligencia cuando veo como abandono a su hija o como trata a su yerno y nieto como causó el divorcio de su hija alienando a su esposo (que no era el mejor esposo pero que tampoco era lo peor de la humanidad. Mediocre, si, pero con sentimientos y con la capacidad de cambiar, algo a lo que Rick se niega). Pero como es una historia que está en desarrolloo, muchos dentro de los aficionados a la serie estaban esperando la explicación reivindicativa de Rick, aquello que diga "Vieron, Rick es irresponsable pero tiene una buena razón para ello, porque es el héroe de la historia". Y como esa explicación no llega, más alla de ser la propia naturaleza inmadura y egoísta de Rick o simplemente, por capricho de los escritores, eso es frustrante para muchos espectadores que no quieren admitir que Rick no es un ejemplo moral o que hay una lógica trascendente en sus acciones. Algo que no debería ser, porque después de todo hablamos de una FICCION que será aquello que los escritores desean que sea. Claro que en la actualidad la línea de la diferencia entre lo real y lo ficticio es más delgada que nunca. Pero eso es desviarse del tema. (aunque en el video de la Zona Cero se demuestra que los escritores si estan conscientes de esa diferencia y tratan de decirles eso a los espectadores).

    (Me quedaron muchas cosas en el tintero. ¿puedo postear lo que sigue en otros comentarios?)

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    1. Ah, caray. De hecho, habría sido mucho más cómodo que separaras este texto en más comentarios. ¡Jajajaja! No hay problema: si quieres explicar más cosas, puedes mantener el hilo en este comentario.

      En general creo que sí tienes razón en las cosas que señalas: seguramente muchos espectadores tratan de excusar las acciones de Rick al no verlas justificadas en la serie, más allá del hecho de que como es el hombre más inteligente del Universo no puede limitarse por cosas "simples" como la moralidad. Y creo que entre esos hay tanto simplones como listos o (¿será correcto decirlo?) inadaptados que nunca faltan para sentirse identificados con cualquier personaje genial, sea realmente o no un personaje modelo.

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    2. Gracias. Puede parecer de perogrullo pero preferí pedir permiso porque cortesía es algo que falta en la red. Como no puedo exigirla de otros, opto por ofrecerla yo.
      Con respecto a cómo los fandoms evolucionan en grupos de matonaje: idiotas hay en todas las áreas humanas. Donde haya un grupo humano abundante de miembros, inevitablemente habrá una facción extremista y en extremo vocal que buscará apoderarse de la representación del grupo y adaptarlo a sus prejuicios. Pasa con grupos políticos, barras de equipos deportivos, tribus urbanas y preindustriales, grupos religiosos, incluso entre aficionados a clubes literarios se da. Y no me extrañaría que tales comportamientos se extiendan a los fans de programas de cocina, a los aficionados a los realities o a los culebrones venezolanos etc. ¿Por qué, como grupo humano, los fandoms no iban a caer en estos comportamientos? No somos (me incluyo porque yo también disfruto/disfrutaba de algunas series y tambien tomo partido en ciertas cosas, que le voy a hacer) particularmente superiores a otros grupos. Simplemente se repite el comportamiento tribal. Y esto es porque para muchos, estos fandoms, el seguir tal o cual serie, pelicula, personaje, o hobby es un elemento de identidad, la serie, aunque tu no la creaste o influyas en su desarrollo, se convierte en un elemento de identidad que compartes con un grupo determinado, te da un sentido de pertenencia, de definirte quien eres en función de lo que consumes. (Eso no suena bien). Hay quien argumenta que por el hecho de consumir cierta historia, eso ya te da cierta autoridad sobre el camino que debería seguir. No me preguntes como se mide el grado de ñoñez o autoridad sobre algo, se usara la misma escala que para la gaycidad que tu decias.
      Es por eso que estos grupos, al ver como estas franquicias creativas, al transformarse para llegar a un nuevo público, reaccionan tan agresivamente. Porque es su propia identidad la amenazada.
      (Ojo, no estoy justificando o excusando estos comportamientos. Busco entenderlos, aunque desde una perspectiva limitada, pues yo mismo soy un fan ñoño algo pasado y que ya no disfruto tanto como antes ciertas cosas y naturalmente eso me predispone a una visión sesgada del fenómeno.)
      El punto es que si yo como fan de una serie que he disfrutado, veo cambios que no representan la idea que yo tenia y compartia con otros de lo que iba la serie, ¿Qué opciones tengo? Pues, hombre, dejar de verlas, buscar cosas que me satisfagan más, deleitarme en la nostalgia de aquello que me hizo disfruta de joven, (esas obras no van a desaparecer), pero no voy a iniciar una campaña de desprestigio o acoso contra aquellos que si disfrutaron lo nuevo. Sencillamente tengo que admitir que ahora no soy el publico objetivo, y buscar o crearme nuevos hobbies o narrativas y dar vuelta la pagina. Mi mundo no se va a acabar por ello, pero un cambio si va a haber. En el mundo y en uno mismo.
      (me queda un cachito).

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    3. (Con esto termino).
      Desde mi perspectiva personal doy un par de ejemplos:

      Uno: lo nuevo de Star Wars no me ha gustado. La séptima me pareció un refrito de la primera, pero con todo más grande y la octava mató mi interés por cualquier cosa relacionada a Star Wars. Pudo ser una muy buena película, pero como capitulo de Star Wars no funcionó para mí. Supongo que existe gente que si la disfrutó y bien por ellos. Algo les dice. Pero a mi lo único que me gustó hasta ahora fue Rogue One (porque iba con las expectativas muy bajas), pero por lo menos la dirección en la que ha ido la historia principal, simplemente me espantó. ¿Voy acaso a ponerme a acosar a quienes actuaron en la película, a su director, a sus escritores? No, eso es infantil. Puedo discutir y compartir con quienes no les gustó tampoco, que uno puede dar sus opiniones con quienes comparte y olvidar la cosa y pasar a otro asunto. Puedo incluso abstenerme de ir a ver Star Wars 9. ¿Por qué iría a verla si no he disfrutado lo expuesto? Si a otra persona le gusto que vaya a verla. Es decir, ¿qué sentido tiene seguir en un grupo continuar siguiendo una franquicia que te genera más frustraciones que satisfacciones? Pues te sales y buscas otra cosa y evitas los productos que ofrezcan los autores de SW8.
      Hay muchos otros libros y películas de ciencia ficción que no he leído. Y quizás hasta autores contemporaneos que me daran nuevas historias sobre las que pensar sin tanto compromiso emocional o nostálgico de mi parte.

      Segundo: deje de ver Dr. Who. Y ojo, eso fue en la etapa de Capaldi como Doctor. La era de Smith la comencé a ver más esporádicamente y con Capaldi la cosa fue menos fiel que antes (antes era mucho más atento a cuando salían los nuevos episodios). Pero siempre con intención de retomarlo en algún momento a futuro.
      El punto es que cuando comenzó todo el anuncio de la llegada de Whittaker como la Doctora, por como están de polarizados los fandoms en la actualidad, esto se tradujo para mi en que la serie se iba a convertir en un nuevo campo de batalla entre progresistas y conservadores, escritores vs espectadores y eso ya me ha agotado a priori. Supongo que las nuevas historias podrán ser interesantes o demostrar algo o ser atractivas para nuevos espectadores, pero la perspectiva de la polémica simplemente me espantó y me quitó las ganas de volver como espectador. Creo que soy más conservador de lo que pienso o es que realmente como señalan algunos, uno se torna más conservador a medida que envejece (lo cual no sería extraño tampoco). Quizás en algunos años me atreva a ver estos capítulos, cuando el ambiente esté, espero, más calmado y yo vea las cosas más en perspectiva. Quizás descubra que me perdí algo bueno en su momento, que estaba equivocado y hasta lo disfrute. Pero de momento, en el presente, esta no es la serie para mí. Para otros sí, que quieran dar la pelea a favor y en contra, pero por mi parte es mejor darle la espalda. De esa manera si tendré tiempo para ver Bojack Horseman. Es lo bueno de dejar unas series. Te permite tener tiempo para ver otras.

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