De Siria y torpes memes antiyanquis
Introducción
No parece que haya una salida temprana a este conflicto, menos cuando se ha convertido en un ensayo de juegos “patriotas” entre las potencias mundiales, todo para consolidar su poder y mostrar su fuerza. Siria es, tristemente, un campo de tiro para estos países.
La
guerra en Siria ha escalado a nuevas dimensiones. ¿O eso dicen? Cierto, Estados
Unidos, con respaldo de Francia y Reino Unido, bombardeó hace poco varios
puntos clave en Damasco, la capital, para supuestamente aniquilar zonas
vinculadas con el programa de armas químicas del régimen de Bashar Al Assad. La
realidad es que desde hace años que el conflicto se mantiene así: las potencias
bombardean puntos clave, se enfrentan a los rebeldes, el régimen se mantiene.
Lo único diferente es que este bombardeo fue más intenso que otros, y que la
Rusia de Vladimir Putin, empeñada en defender al régimen sirio como uno de
aliados en Medio Oriente en contra de Estados Unidos, amenaza con represalias
caóticas si continúan las acciones de Trump.
No parece que haya una salida temprana a este conflicto, menos cuando se ha convertido en un ensayo de juegos “patriotas” entre las potencias mundiales, todo para consolidar su poder y mostrar su fuerza. Siria es, tristemente, un campo de tiro para estos países.
No
obstante, y aceptando que Estados Unidos ha tomado decisiones imbéciles a lo
largo de la guerra en Siria, no han faltado como siempre los conspiranoicos
antiyanquis en Internet que no están conformes con demostrar que Estados Unidos
no tiene intenciones altruistas en su intervención en Siria, sino que todos los
conflictos en los que ha participado desde su existencia han sido basados en
farsas, y que se trata de alguna especie de nación monstruo. Para ejemplos, me
encontré con este meme que en realidad me causó risa.
De
por sí, la página en Facebook de donde se originó esta imagen se llama Exponiendo a los Iluminati, lo que de
entrada habla muy mal de su objetividad y credulidad. De paso ya se identifican
falencias en algunos aspectos, como que el Lusitania,
en realidad, no fue la razón principal para su entrada a la Primera Guerra
Mundial. Sabemos, sin embargo, que la guerra en Irak sí estuvo basada en una
mentira, que fue la presencia de armas de destrucción masiva (obviando, claro,
las armas químicas como las que Hussein usó contra los iraníes y los kurdos en
los 80). ¿Qué podemos decir del resto? ¿Estará muy equivocada la imagen o sí
hay algo de cierto en sus afirmaciones?
USS
Maine: probablemente este es
el caso sobre el que menos saben los antiyanquis; por mi parte, el primer National Geographic que tenemos en casa
presenta, entre otras notas, un análisis del caso a un centenario de la
tragedia. En 1898, el acorazado sufrió una explosión y se hundió en la bahía de
La Habana, Cuba, donde estaba estacionado para “proteger” los intereses de los
estadounidenses residentes en la isla. Antes de que salten los castristas, un
poco de contexto: a finales del siglo XIX, Cuba aún era una colonia del imperio
español. Los isleños trataban de independizarse, y bajo la Doctrina Monroe,
según la cual una intervención europea en América era una agresión que requería
la acción estadounidense, Estados Unidos apoyaba las intenciones de Cuba,
aunque por supuesto también usando la ocasión para presentarse como potencia
mundial. La beligerancia de los independentistas crecía, y hay que decir que no
todos los cubanos estaban de acuerdo con la intervención gringa.
En esas circunstancias, el Maine
atracó en La Habana, como una intimidación a los españoles y sin consultar con
la isla. Cuando el 15 de febrero de 1898 estalló, se llevó la vida de 258
tripulantes, y en los siguientes meses cobraría las de dieciséis hombres más.
La prensa de William Randolph Hearst dio un cubrimiento sumamente amarillista a
la tragedia, afirmando que había sido obra del enemigo. Las comisiones enviadas
por Estados Unidos y España para analizar lo ocurrido obtuvieron resultados
diferentes: los españoles concluyeron que no podía haber sido una mina, pero
los estadounidenses explicaron que un fragmento de la quilla en la costilla 31 en
los restos del barco, doblada hacia adentro, era evidencia de una explosión
externa. Apenas dos meses después se llevó a la guerra hispano-estadounidense,
que concluyó con la renuncia de España a las colonias de Cuba, Puerto Rico,
Filipinas y Guam, así como la independencia (bajo tutela de Estados Unidos) de
la primera.
Aunque
el hundimiento del Maine fue un
catalizador para la guerra, la realidad es que no fue la causa principal, y tanto Estados Unidos como España querían evitarla
a toda costa, en especial los españoles, por lo que ni la hipótesis de un
ataque español o de rebeldes cubanos (que verían asegurada su independencia con
la intervención gringa en el conflicto) ni la de una operación de bandera falsa
son sostenibles. Tampoco los resultados de la comisión fueron mentiras por
parte de los estadounidenses, sino el
resultado de un pobre análisis preliminar. Análisis posteriores han
concluido en su mayoría que lo más probable es que la catástrofe fue causada
por un incendio ocurrido en las carboneras, lo cual detonó los pañoles de
munición cercanos; la quilla doblada hacia dentro sería el resultado del choque
del barco contra el puerto o de la presión del agua al entrar por el casco
perforado tras las detonaciones. Como el Maine
fue remolcado a cuatro millas del puerto de La Habana y hundido en 1912 a 1100
metros de profundidad, por lo que no se pueden reanalizar sus restos, las
causas reales siempre serán motivo de conjeturas, pero saltar a decir que
fueron mentiras de Estados Unidos o un autoatentado es imbécil y apresurado.
RMS
Lusitania: este era un
trasatlántico británico (sospecho que eso tampoco lo saben muchos
conspiranoicos) que fue hundido en 1915,
torpedeado por un submarino alemán. Eso
está demostrado plenamente. Entre las víctimas, claro, había 235 pasajeros
estadounidenses. Es de ahí que muchos afirman que el hundimiento del Lusitania fue la principal causa de la
entrada de Estados Unidos a la Primera Guerra Mundial, pero los avispados
notarán que hay un desfase de dos años entre la tragedia y la intervención:
mucho más tiempo que en el caso del Maine.
¿Por qué tardaron tanto? ¿Realmente fue la causa principal?
No.
Tras fuertes protestas por parte del entonces presidente de Estados Unidos,
Woodrow Wilson, Alemania se comprometió a detener el bombardeo indiscriminado
desde submarinos. Sin embargo, a inicios de 1917, decidió reanudar los ataques.
Esto enfureció a Wilson, pero la gota que rebasó el vaso fue el Telegrama
Zimmerman, un documento cifrado enviado de forma secreta por los alemanes a su
embajador en México, donde explicaban que si Estados Unidos intervenía,
Alemania ayudaría a México en una subsecuente invasión a territorio
estadounidense para recuperar los estados de Texas, Nuevo México y Arizona,
perdidos en la guerra de 1848. Los alemanes esperaban que Estados Unidos se
enfrascara en una guerra con México y así no entrara a tiempo a Europa, pero
sucedió justo lo contrario: el Telegrama Zimmerman fue el peldaño de entrada a
la Primera Guerra Mundial. Como ven, ahí no hubo ni que decir mentiras, porque
los mismos alemanes las presentaron, y terminaron estallándoles en la cara.
Para más detalles, un pequeño análisis de Ego sobre el papel de México en
la Gran Guerra.
Pearl Harbor: me pregunto qué tan idiota hay que ser para creer
que Pearl Harbor fue otra mentira por parte del gobierno estadounidenses cuando
los mismos japoneses hasta años recientes se enorgullecían de una “estrategia basada
en la creencia de que un espíritu firme como el hierro y hermoso como la flor
de cerezo podía superar a la superioridad material de Estados Unidos”, y que su “disculpa” en 1991 no fue más que un
comunicado donde explicaban que Japón intentó hacer una declaración formal de
guerra media hora antes de que iniciaran los ataques, y que los retrasos
impidieron que la comunicación se diera a tiempo (en otras palabras, que nunca
pretendieron “atacar por la espalda” a Roosevelt porque técnicamente ya estaban
en guerra). Cierto es, claro, que Estados Unidos creía que Pearl Harbor no era
un objetivo potencial, y también subestimaron la capacidad japonesa de
organizar varios ataques simultáneos en el Pacífico. En todo caso, el conflicto
era inminente antes del ataque.
Ah,
sí… los conspiranoicos dicen que Estados Unidos ya tenía conocimiento previo de
que los japoneses atacarían Pearl Harbor. Pero esas sólo son conjeturas basadas
en una incomprensión general de las limitaciones en la recolección y
decodificación de señales en los organismos de inteligencia de la época: de
hecho, la semana del ataque la información obtenida indicaba que los japoneses
se dirigían a Tailandia o Malasia, y que la ofensiva japonesa sería en el
Suroeste del Pacífico. Esto no fue una mentira, sino simplemente el resultado,
precisamente, de información incompleta: fue de hecho por estos errores que la
Agencia Central de Inteligencia, la CIA, fue fundada años después. Y en todo
caso, si es que entienden cómo funciona la guerra, ¿qué es más creíble: que los
altos mandos del gobierno estadounidense sacrificaran una buena porción de su
flota en el Pacífico, y a miles de sus hombres, todo con un costo importante a
nivel militar y táctico, para entrar a una guerra, o que simplemente la incompetencia
y los problemas de comunicación e información hicieron que se descuidaran ante
un potencial ataque?
Un
vistazo más detallado a dicha teoría de conspiración en este artículo de la Rational Wiki.
El Golfo de Tonkin: aquí entramos en detalles más nebulosos. El
incidente del Golfo de Tonkin se compone de dos supuestas confrontaciones: una
el 2 de agosto de 1964, y otra el 4 de agosto del mismo año. De acuerdo con los
estadounidenses, en el primer incidente el USS
Maddox, situado cerca a las costas de Vietnam, fue acosado por tres lanchas
patrulleras de Vietnam del Norte. El Maddox
lanzó tres disparos de advertencia y las lanchas respondieron con torpedos y
ametralladoras. Cuatro norvietnamitas murieron en el consecuente intercambio.
En el segundo incidente, el Maddox y
una nave de refuerzo realizaban patrulla cuando recibieron señales de una nave
de batalla norvietnamita. Como consecuencia de estas escaramuzas, el 7 de agosto
el presidente Lyndon B. Johnson convocó al congreso para una intervención más
directa en la Guerra de Vietnam. El resto es parte de los libros de Historia.
Sin
embargo, hoy en día los testimonios y documentos desclasificados han demostrado
que el segundo incidente nunca ocurrió, y que el primero fue provocado para
asegurar una mayor intervención del gobierno en el conflicto. Originalmente, el
Maddox reportó haber sido acosado a
28 millas náuticas de la costa, muy por fuera de los límites territoriales
vietnamitas, pero posteriormente se demostró que la nave había recibido órdenes
de mantenerse a 8 millas náuticas de la costa, dado que supuestamente Vietnam
del Norte mantenía su límite en 5 millas náuticas. Esto era incorrecto, pues el
límite territorial en la Indochina francesa era de 12 millas náuticas desde
1936, por lo cual el Maddox estaba violando su territorio
marítimo. Así que sí: el incidente del Golfo de Tonkin fue manipulado por
los estadounidenses, y fue su excusa para su mayor intervención. Punto para la
Historia.
El testimonio Nayirah: esta hay que explicarla un poco más, porque
seguramente muchos no saben de qué estoy hablando. En 1990, una chica kuwaití de
quince años que se identificó como Nayirah dio un testimonio ante
el entonces Caucus de Derechos Humanos del Congreso (hoy Comisión de
Derechos Humanos Tom Lantos), según el cual la invasión iraquí a Kuwait había
sido tan cruenta que había visto con sus propios ojos a soldados iraquíes
llevarse las incubadoras en un hospital donde trabajaba como enfermera y dejar
morir a los bebés que reposaban en ellas. Este testimonio fue corroborado por
Amnistía Internacional y los testimonios de personas evacuadas del país, y
usado por el presidente George H. Bush para respaldar en parte a Kuwait durante
la guerra y para la operación “Tormenta del Desierto” (si bien su principal
justificación fue la violación de Irak a la soberanía kuwaití, por temor de que
esto afectara a su socio comercial Arabia Saudita).
Sin
embargo, un año después de acabada la guerra, un periodista de la ABC descubrió que, si bien pacientes y
bebés habían muerto en el país porque los doctores y enfermeras huyeron de
Kuwait, era “casi seguro” que el robo de incubadoras y los bebés abandonados a
morir por los iraquíes era falsa. Además, el New York Times descubrió que Nayirah era hija del embajador de
Kuwait en Estados Unidos. El testimonio era parte de una campaña de relaciones
públicas del gobierno kuwaití en conjunto con una firma estadounidense, con el
fin de que la gente en Estados Unidos aprobara una intervención militar en su
país. En otras palabras, esta también fue una mentira, aunque no perpetrada por
Estados Unidos, y en todo caso fue más importante para la gente del común, que
buscaba una justificación moral para la intervención, que para el gobierno, que
ya tenía argumentos de sobra para defender su inminente invasión.
La Guerra en Irak: con esta hay poco que discutir, Si bien hubo al
menos cuatro argumentos principales del gobierno de George W. Bush para
justificar su invasión a Irak, el más obvio y descarado fue el de una búsqueda
de nuevas armas químicas que Irak estaba fabricando en su territorio, además de
detener los planes de fabricación de armas nucleares. Aunque el 11 de
septiembre también fue un argumento defendido por Bush (y por favor no empiecen
con que eso fue un autoatentado: no sean cretinos), lo cierto es que el de las
armas de destrucción masiva tuvo un mayor peso para el establecimiento, sin
mencionar que como dictador secular, Saddam Hussein estaba en contra del
proyecto de califato salafista de Al Qaeda, por lo que la supuesta
confabulación entre ambas facciones era una fantasía estúpida (los otros
argumentos, por si le interesan, fueron el humanitario y la “guerra
preventiva”).
Como
mencioné al principio, durante la guerra entre Irak e Irán, el primero tuvo acceso
a armas químicas que usó contra los iraníes y contra los kurdos de su propio
país. Armas que, de hecho, fueron suministradas por Estados Unidos, que en ese
entonces era aliado suyo (la política usual de EEUU en Medio Oriente fue apoyar
dictaduras seculares que frenaran el extremismo religioso surgido desde la
Revolución Islámica). Aunque se sabía que aún las poseía, para la época
post-11-S ya eran inútiles, por lo que no representaban una amenaza. Creo que
es la única aclaración que vale la pena hacer, porque a día de hoy todos
sabemos que la invasión se basó en argumentos falaces.
La guerra civil en
Libia: para matarle más las esperanzas a los
conspiranoicos, hay que decir que aquí tampoco hubo mentiras como tal, aunque
los motivos para la intervención extranjera no fueron nada inocentes (qué
novedad…). Pongamos todo en el contexto de la Primavera Árabe, una serie de manifestaciones
sociales que sacudieron a varios países del mundo árabe, y que pedían un cambio
democrático en gobiernos anquilosados, corruptos y opresores, remanentes de la
Guerra Fría que no les garantizaban estabilidad social ni económica. Después de
las protestas en Túnez y Egipto, Libia fue la siguiente. Aquí las marchas
pacíficas fueron organizadas principalmente por jóvenes hastiados del régimen Gaddafi, y como es costumbre en las dictaduras (y antes de que se pongan
ridículos, sí: Gaddafi era un dictador,
y el ser socialista no lo hacía menos opresivo y sangriento), el gobierno los
reprimió a sangre y fuego, propiciando que las protestas fueran reemplazadas
por una rebelión armada.
Es
aquí donde empieza la parte nebulosa. Si bien Gaddafi era socialista, hacía
tiempo que no era visto como una amenaza por las potencias de Occidente, e
incluso en sus últimos años era un importante aliado para ellas. El problema es
que dichas potencias reaccionaron de forma tardía a la Primavera Árabe, y se asustaron
ante el monstruo que habían dejado crecer (no criar, que la idea de que los
Estados Unidos programaron las protestas no resiste un examen crítico), y la perspectiva de que las protestas pusieran en
peligro sus intereses. Recordarán de hecho que fue Francia, y no Estados
Unidos, el que intervino primero en Libia, porque los norteamericanos no
estaban convencidos de actuar. Sin embargo, después de los casos de Túnez y
Egipto, no podían dejar que la Primavera continuara floreciendo, y por ello EEUU,
Francia y Reino Unido no tardaron en marchar con las fuerzas de la OTAN contra
su “viejo enemigo”, para controlar del mismo modo la situación en Medio
Oriente, a pesar de que habían acordado
con la ONU establecer únicamente una zona de exclusión aérea en Libia. Se
puede decir que tuvieron éxito en parte, pues el efecto de la Primavera Árabe
quedó estancado, y fueron pocos los países que pudieron hacer transición a nuevas
democracias, mientras que otros como Siria, Yemen y la misma Libia continúan en
guerra civil.
Para
resumir: ¿mintieron los Estados Unidos sobre Gadaffi? No. Eso no significa que
su intervención haya estado justificada, ni que como suele pasar, los intereses
de las potencias no hayan sido bastante egoístas. De hecho, Libia terminó
teniendo el destino de Irak, pues las distintas facciones rebeldes se disputan
el poder, sin que haya una solución pronta en el horizonte.
La guerra civil en Siria: llegamos al punto mayor de la cuestión, lo que dio
origen al dichoso meme. ¿En verdad Estados Unidos mintió sobre Siria?
Para
empezar, ¿cuál sería la mentira? ¿El uso de armas químicas contra la población?
Para nada. De hecho, desde 2013 ha habido decenas de ataques químicos
contra zonas de control rebelde en Siria;
según la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre la
República Árabe de Siria, existen 34 casos confirmados, y casi todos por parte del gobierno de Al Assad, sin
incluir el reciente en Douma que aún es materia de investigación. Lo peor es
que es muy probable que haya muchos más casos sin confirmar, debido a una falta
de información en 2015, y a que en la mayoría de los ataques químicos se
utilizó cloro, que es menos tóxico que el sarín, y está en un limbo legal con
respecto al estatus de armamento químico.
Lo
que es innegable, por supuesto, es que hay mucho de hipocresía por parte de
Estados Unidos, pues cuando miles de iraníes murieron por culpa de agentes
neurotóxicos y gas mostaza durante la ya mencionada guerra entre Irán e Irak, la potencia norteamericana se hizo de la vista gorda (y adivinen qué alegaron varios antiyanquis después
de la Guerra del Golfo: que Irán, el país que ahora muchos de ellos apoyan,
montó una operación de bandera falsa contra Irak); de manera similar, los
bombardeos ordenados por Trump fueron realizados sin tener en cuenta el
reglamento de la ONU ni esperar las pesquisas pertinentes al caso de Douma
(aunque el significado de legalidad con el Concejo de
Seguridad de la ONU puede debatirse).
Sí, diferentes gobiernos, diferentes presidentes, pero la verdad es que ninguna
potencia está interviniendo en Siria sin intereses geopolíticos subyacentes, y
el gigante del Norte no es la excepción.
Eso
incluye, por supuesto, a Rusia. El gobierno de Vladimir Putin, que es visto por
muchos como un bastión de la democracia sólo por ser antiyanqui (lógica de
buena parte de la izquierda), a pesar de lo opresivo y antidemocrático que en
realidad es, está haciendo en Siria lo mismo que Estados Unidos en Libia: tomar
el control de los remanentes de la Primavera Árabe y dirigirlos hacia sus
propios intereses. A Rusia le conviene mucho mantener un aliado importante en
Medio Oriente que esté en contra de Estados Unidos, como lo es Siria, por lo
que sus intervenciones militares han sido igualmente contra los rebeldes en general.
Poco le importa a Putin, igual que a Trump, la muerte de civiles en medio de
ataques químicos: sólo es un juego de poder.
Y
no caigamos, por supuesto, en el error de creer que todos en Siria están en
contra de Al Assad. A pesar de (o más bien, gracias a) los años en guerra, hay
muchos ciudadanos sirios que están dispuestos a defender a su gobernante, sin
que eso los convierta necesariamente en idiotas útiles (a diferencia de los
mamertos que jamás han pisado Siria), sino en víctimas de diferentes circunstancias
sociales, culturales y económicas, que ven en el régimen del dictador la fuerza
que mantuvo en orden al país, y que están dispuestos a regresar a ese orden
aunque ello sacrifique su libertad.
-O-
Resumiendo
lo expuesto aquí, de los ocho sucesos históricos sobre los cuales el meme
antiyanqui afirma que Estados Unidos mintió, sólo dos son plenamente mentiras
suyas (tres si somos generosos con el testimonio Nayirah y suponemos que Bush
padre debía saberlo). Predeciblemente, la falta de rigor histórico, el sesgo
ideológico y un marcado antiyanquismo hacen de este meme otra de las tantas
pobres críticas contra la política externa estadounidense y una mediocre
defensa de gobiernos “rebeldes” ante el coloso norteamericano (como la patética
imagen de “siete razones por las que la OTAN ataca Siria”), que en varios
aspectos son incluso peores.
¿Significa
eso que podemos creerle a Estados Unidos cada vez que presenta un plan de
intervención en un país extranjero por motivos humanitarios? ¡Obvio que no!
Ninguna potencia mundial está por encima de mentir o manipular los hechos, pero
para eso existen precisamente la evidencia, la observación y análisis de los
hechos: para determinar si son argumentos reales o fabricados. Afirmar
apresuradamente que Estados Unidos miente sobre la situación en Siria, y peor
aún, que siempre lo ha hecho desde sus inicios como nación para participar en
cualquier guerra, no es más que un razonamiento débil producto de un sesgo
cognitivo atroz que no resiste un análisis crítico con sentido común.
La
idea no es defender a ninguna potencia. Se pueden y se deben cuestionar siempre
las motivaciones de cualquier potencia en el conflicto de otras naciones. Lo
que no puede hacerse es demonizar por completo sus acciones basados en
argumentos falaces y memes estúpidos de una página conspiranoica sin gota de
objetividad. Uno tiene que realizar un trabajo de investigación, de lectura y análisis de los
hechos.
, durante la guerra entre Irak e Irán, el primero tuvo acceso a armas químicas que usó contra los iraquíes y contra los kurdos de su propio país
ResponderEliminarCreo que hay una errata aquí
Corregido. ¡Muchas gracias!
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