Imposturas religiosas: Cristo pudo ser un Velociraptor

 


¿Recuerdan que hace unos meses les comentaba de un tipo que en Facebook quiso llamar necia a una amiga por compartir un post sobre los hijos de Caín? ¿Se acuerdan que la mandó a leer la Biblia, y cuando ella le pidió un pasaje en concreto sobre la pareja de Caín el tipo reculó y borró sus comentarios? Bien, hoy vuelvo con algo parecido, pero no citando a un creyente cobarde sino a uno embustero, que tal vez nunca escuchó ese refrán de “el que mucho abarca, poco aprieta”.

Hace unos días el periodista colombiano Gonzalo Guillén, quien es parte del equipo que colaboró con el material que dio vida a la serie web Matarife (por cierto, ¿cuánto tiempo necesitarán que el público “digiera” la primera temporada?), publicó en Twitter un comentario con la pregunta medio seria, medio pendeja, de por qué celebramos el “cumpleaños” de Jesús en la Navidad, y no el del Hombre Araña o Superman. Podría sentarme a replicar por qué ese tipo de “chispazos de ingenio” me parecen más bien clichés poco funcionales de quien dice criticar a las religiones, pero hubo una respuesta que me sorprendió y causó gracia a la vez. En concreto, esta:

Como pasó en la entrada anterior, presento su nombre porque su insistencia en responder a quienes la cuestionaron deja claro que buscaba figurar.

Estoy seguro que incluso muchos de mis lectores creyentes podrían sorprenderse e incluso indignarse por el comentario, porque a primera vista parece más un cúmulo de palabras rimbombantes para aparentar erudición, sin aportar ni una pista de cómo comprobar una sola coma, y debe ser casi blasfemo para ustedes que se quiera defender la figura de Jesús con mentiras; de hecho, muchos católicos y otros creyentes respondieron indignados al tuit. Y bueno, como a mí me causó curiosidad todas esas disciplinas que menciona, opto por revisar una a una, definir en qué consisten, y de ahí evaluar si desde alguna existe ese respaldo que ella asegura a la existencia histórica de Jesús.

Antes de continuar dejo unas cosas claras: los comentarios de esta entrada se enfocan en el Jesucristo histórico, no en el religioso. Por cuestión de fe uno podría decir que Cristo era un pollo de Guinea que hacía llover chimichurri si quiere, y que resucitó a los tres días de ser asado al spiedo: esas son conjeturas directamente infalsables. No obstante, si reconocemos que ese pollito fue ejecutado por autoridades locales, y estuvo al menos tres años dando la vara en el espacio público de Judea, esas afirmaciones ya involucran una intervención tangible en el escenario material e histórico, y susceptible por consiguiente de ser evaluada de modo objetivo, mucho más si me dices que cuenta con respaldo de disciplinas como la genética o las matemáticas.

Entremos en materia:

-Antropología: haciendo un resumen muy específico, la antropología es el campo enfocado en estudiar a la humanidad y sus características sociales, culturales e incluso biológicas a través del pasado y el presente. Como abarca toda esa complejidad natural y conductual del ser humano, existen diferentes ramas dentro de la antropología: la antropología social (estudio de los patrones de comportamientos en las sociedades humanas), la antropología lingüística (estudio de los procesos de comunicación y la influencia del lenguaje), la antropología evolutiva (estudio de la evolución fisiológica y conductual del humano), la paleoantropología (estudio de los homínidos y los primeros humanos) …


¿Hay algún enfoque de esta disciplina que pudiera intervenir de forma directa en confirmar los registros históricos de Jesucristo? En concreto una: la arqueología. Y aquí ya damos un traspié, pues a día de hoy no existe ninguna evidencia física o arqueológica de la existencia histórica del Nazareno: todo lo que sabemos y creemos con respecto a su figura proviene de fuentes escritas, en concreto los evangelios sinópticos, que ofrecen una exploración biográfica de Jesús –el evangelio de Juan es más un tratado filosófico-teológico-, y quizás Hechos de los Apóstoles, que parece compartir autoría con Lucas. Existen más o menos consensos sobre su fecha de origen, pero eso no constituye como tal una evidencia arqueológica, y en todo caso no se puede ignorar que, por los cálculos de los historiadores, ninguno de los autores pudo haber conocido directamente a Jesús (Marcos, considerado el evangelio más antiguo, debió ser escrito aproximadamente hacia el 70 EC). Hay que admitir también que por la misma naturaleza del problema, una figura que resucitó y fue arrebatada, sería difícil encontrar una evidencia arqueológica directa, y si los primeros cristianos no fueron cuidadosos en conservar algunas pertenencias del Nazareno o en dejar registros de sitios como la tumba vacía o el sitio de su bautismo –cosa plausible, al menos-, lo más seguro es que a partir de la arqueología no podamos validar la existencia histórica de Jesús.

-Genética: esta me deja especialmente intrigado por mi profesión (biólogo, para quien no lo sepa), porque la genética es una parte importante de mi carrera no sólo como materia en sí, sino también en otras como biología molecular y evolución, así que sería facilísimo encontrar si existe alguna evidencia genética de la existencia de Jesús. Es decir, así como los ejemplos de los pinzones de Darwin, los guisantes de Mendel y las polillas de abedul son ineludibles en herencia y selección natural, un registro genético sobre la que quizás es la figura “histórica” más importante de la civilización occidental tendría que ser un ejemplo obligatorio en temas como análisis de parentesco.


¿Existe entonces en la genética un caso de estudio que involucre la existencia fiable de Jesús? ¡Claro que no! No lo hay, porque no se tiene. ¿Cómo se supone que existiría un registro genético válido, si en principio su relato nos dice que ascendió al cielo, no tenemos ni idea del paradero de sus hermanos, algunas ramas cristianas nos dicen que de hecho María no tuvo otros hijos, y encima todo indica que el mismo Jesús ni siquiera tuvo hijos? Además, de encontrarse los restos físicos de Jesús se destrozaría por completo el dogma central del cristianismo; para colmo, desde el catolicismo está el Dogma de la Asunción de María, la cual entonces nos dejaría sin una fuente genética para hacer un análisis de ADN mitocondrial con al menos algún cordón umbilical o los diferentes Santos Prepucios (sí, es justo como suena) resguardados en iglesias orientales. ¿Qué fundamentos tendría entonces alguien para decir que la genética respalda la existencia histórica de Jesús?

-Historia: al margen de la redundancia, es cierto que hay un cierto número de fuentes que contarían como registro histórico de Jesús, y fuera de los evangelios sinópticos son lo único que puede dar cuenta de su existencia real; sin embargo, ni todas son detalladas ni comparten la misma aceptación de validez. De los famosos pasajes de Flavio Josefo en Antigüedades Judías, que es la fuente más citada por los cristianos para respaldarse, sólo la pequeña referencia sobre un Santiago “hermano de Jesús, quien fue llamado Cristo” (20,9,1) es considerada genuina, mientras que el “Testimonio Flaviano” es reconocido por los filólogos, de forma prácticamente universal, como una interpolación posterior al texto original.

Existen otras menciones, como en los Anales de Tácito al hablar sobre el incendio de Roma y la persecución de Nerón (de la que es improbable que sea una fabricación, dado el tono negativo con que se refiere a los cristianos); quizás la carta de Mara bar Serapion, donde habla de la ejecución de un “rey sabio” de los judíos, si bien no presenta nombres; y algunos incluyen incluso a Suetonio al hablar de los seguidores de un tal Chrestus que hacían disturbios en Roma, aunque teniendo en cuenta la naturaleza conceptual del título, que no es más que la forma griega de Mesías -es decir un concepto judío y no una persona concreta-, no es lo mismo decir sólo Cristo que Jesús o Jesucristo. Algunas fuentes son más vagas que otros, y si bien no generan la misma inquietud de ser fabricaciones posteriores como el “Testimonio Flaviano”, en general tampoco constituyen por sí solas una evidencia tangible concreta.

-Paleontología: esta es quizás la más divertida de las menciones en el tuit. La paleontología, en un sentido estricto, es el estudio de la vida presente en la Tierra durante el período previo al Holoceno (o en algunos casos, se puede incluir parte del Antropoceno) a través del registro fósil. Si no identifican el problema se los explico: la paleontología no se ocupa de evaluar la presencia del Homo sapiens desde el origen de la escritura y las civilizaciones –de hecho, en un sentido técnico, cualquier espécimen menor a 10 mil años no se considera fósil-, por lo cual está muy lejos de ser una disciplina desde la cual se pueda verificar la existencia histórica de Jesucristo.

Y es que, ¿qué clase de evidencia aportaría la paleontología, que Cristo es un Velociraptor o algún otro dinosaurio terópodo? ¿Tenía razón entonces Andoni Garrido, del canal Pero eso es otra historia, cuando menciona que es sospechoso que África y América del Sur formen un cráneo de carnotauro? No niego que sería entretenido, pero no parece entonces que fuéramos creados a imagen y semejanza de su Padre. ¿O acaso era entonces un homínido primigenio, el que le enseñó el uso del fuego al Homo erectus o a otro de nuestros parientes tempranos? Ahí les aceptaría algún atisbo de evidencia paleontológica, pero convengamos que entonces no tendría nada que ver con la biografía de la figura que nos describen los evangelios sinópticos.


-Física: considerada la ciencia fundamental de todas las ciencias, se encarga de estudiar la naturaleza de la materia y energía, así como todos los fenómenos reales que ocurren en torno a ellas (movimiento, luz, calor, etc.): es, básicamente, la ciencia enfocada en comprender cómo funciona el Universo. Es, de nuevo, un resumen bastante estrecho y simplista, pero nos basta por ahora para refutar lo que dice, pues no conozco ninguna ley o ecuación que esté destinada a comprobar la existencia histórica de Jesús, porque obviamente es algo tan específico y puntual que queda por fuera de su campo. De hecho, si hay algo que a través de la física hemos aprendido es que, cuando mucho, el origen del Universo puede explicarse y comprenderse sin la necesidad de la intervención de su Padre -ahora, como estamos enfocados en el Jesús histórico, ignoremos de momento ese detalle-.

Seamos sumamente generosos, y asumamos que se refiere a técnicas de análisis basadas en fenómenos físicos como la datación por radiocarbono, que puede ser aplicada con facilidad a las decenas de reliquias supuestamente asociadas a Jesús en el mundo cristiano, como los diferentes clavos y velos de Verónica, pero casualmente pocas han sido sometidas a este tipo de análisis. Quizás la más conocida es el venerado Sudario de Turín, el cual fue analizado por tres diferentes laboratorios en 1988, y los tres coincidieron en que la tela fue creada entre 1260 y 1390, coincidiendo con los primeros registros de su existencia, y por supuesto muy lejana a la fecha de la Crucifixión del Nazareno. Así que no, Margarita: la física tampoco ha sido muy amiga con la historicidad de Jesús.


-Matemáticas: a este punto ya no sé ni qué decir. Básicamente, las matemáticas estudian las propiedades y relaciones de entidades abstractas (quizás por eso siempre se me ha hecho difícil…) a través de razonamiento deductivo, lo cual es una forma elegante de decir que trabaja con números, figuras, símbolos y así. ¿De verdad tengo que hacer el esfuerzo de argumentar por qué la afirmación de que las matemáticas respaldan la existencia histórica de Jesús no tiene el más mínimo sentido? Sencillo: ¡ese no es su campo de trabajo!

Si hay algo en lo que ella tiene razón es que Jesucristo es, en efecto, único: ninguna otra figura ha conseguido partir en dos la historia de una porción tan grande de la humanidad, ni a niveles tan profundos en la cultura y la sociedad (esa sería una respuesta más sensata al tuit de Guillén), y sin tener siquiera una evidencia sólida de su existencia real. Creo que sería necio afirmar lo contrario, pero lo es mucho más lanzar un tuit estrafalario con afirmaciones que, de ser ciertas, deberían contar con argumentos reales, y no ofrecer ninguno a las muchas personas que te cuestionan o piden fuentes que las respalden, más allá de “no lo comprenderías” o “Jesús es el punto cero en el eje X”, como lo ha hecho.

Lo digo con frecuencia en esta serie de entradas y lo vuelvo a repetir: mi propósito con ellas no es que alguien abandone su religión. Eso es decisión de cada quien, y no me interesa lo que hagan con su sistema de creencias personales mientras no se metan conmigo o con las libertades de terceros. Mi propósito es inspirar, a falta de una mejor palabra, a que lleven su fe de una forma más racional y sensata. No hay nada malo que, ante una pregunta complicada como la evidencia histórica de Jesús, la respuesta sea “no es concluyente” o “no la conozco”, y es mejor reconocer nuestras limitaciones con un sencillo “no lo sé” que decir cuantas palabras “científicas” se te pasen por la cabeza sin comprender en realidad lo que implica cada una.

Creo que es todo lo que puedo mencionar al respecto. No hace falta defender nuestras ideas y creencias con mentiras y exageraciones: la honestidad es importante en un debate, no sólo con el interlocutor sino con nosotros mismos. Saludos.

Comentarios

  1. Voy a romperme una pierna (metaforicamente, porque no falta el que realmente crea que me romperé una pierna a continuación, que si hay algo que ha demostrado tuiter es que la estupidez humana es superior a la velocidad de luz y no tienen límites) y trataré de deducir el razonamiento que esta creyente tiene para incluir todas estas ramas de la ciencia como justificaciones de la existencia de Jesus tcc Cristo.


    Fuentes historicas e historia: obviamente se refiere a la biblia. Es decir, claro que es una fuente historica.
    Medicina y genetica: Pues ovbiamente se refiere a la forma milagrosa en que la gente se cura de enfermedades que los médicos no explican.
    Paleontología y antropología: claramente estas dos ramas de la ciencia son lo mismo, pero con nombres distintos, ambas terminan en "ología" y tienen que ver con antigüedades y ruinas. Estan las reliquias sagradas y tu lo dijiste, los santos prepucios, aunque esta ultima parece una frase que diria Burt Ward (El Robin de Adam West). Tambien están las peliculas de Hollywood. ¿Tu crees que Hollywood seria impreciso en sus adaptaciones historicas de la vida de Jesus?
    La fisica se refiere naturalmente a como los milagros pueden ser explicados a traves de la fisica. ¿Que no recuerdas que falta un dia entero de cuando Josue paró el sol? Creo que lei sobre eso en alguna parte. (¿Habra sido aqui? No recuerdo...)
    Y la matematica lo explica porque si te fijas si tomas el nombre de jesus y sumas los numeros de su nombre sale 11 que es un numero muy especial. Ademas, nació en el año cero. ¡El año cero! ¿Te das cuenta lo simbolico de eso?


    Dejando de lado el sarcasmo, da pena ver cuan deficiente es la educación cientifica en el mundo. Como formado más en el area de las disciplinas humanistas (denominación que comienzo a cuestionar), me molesta como se ha disgregado la formación de las personas. Es triste porque a veces ves personas muy listas que simplemente no saben razonar o argumentar. Y ese espíritu critico viene de la formación científica. Un espíritu critico que se necesita más que nunca.

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