Díptico de tonterías

¿Por qué tonterías? Bueno, porque estas noticias realmente deberían ser cosas nimias para el diario vivir de los colombianos, pero algunos quieren convertirlas en tragedias griegas. Quizás yo también, pero es mejor tratar de explicar lo inútil que es desesperarse por ello.

1. Esta semana, ocurrieron varios hechos importantes o llamativos para los colombianos. Cuatro niños fueron asesinados en Florencia, Caquetá; nació el segundo hijo de Shakira; y James Rodríguez se fracturó un metacarpo del pie en un juego. Como suele pasar, los medios sociales se han colmado de personas criticando a los que están más pendientes del hijo de Shakira o la lesión de James que del asesinato de los pequeños (resaltando un tweet de Gustavo Bolívar, lo que no deja de tener cierta ironía); esto incluye, por supuesto, a los medios de comunicación.


¿Altruismo? No, ganas de presumir. Es común entre muchos pseudointelectuales que se utilicen dos noticias del momento para criticar el cubrimiento excesivo que los medios y la gente le dan a una, mientras se desconoce a otra, sólo para pretender una supuesta superioridad moral ante otros, especialmente en los medios sociales. Hace ya varios años, se criticó el excesivo protagonismo que se le dio en las noticias al asesinato del bebé Luis Santiago a manos de su padre, Orlando Pelayo (una noticia que conmovió a muchos, y de la que seguramente la mayoría ya ni se acuerda), porque supuestamente era una cortina de humo para decisiones importantes que en ese momento se tomaban en el Congreso.

Para los que critican por el gusto de hacerse ver como pensadores, ninguna noticia es suficientemente buena para ser tan cubierta. Tal como un amigo definió la lógica de estas personas, “si el cubrimiento de la noticia de los cuatro niños asesinados se sale de control y obtiene un altísimo cubrimiento mediático, podrás usarla como la noticia de distracción, y compararla con otros asesinatos que hayan tenido menos cubrimiento; y entonces te puedes quejar por el hecho de que se le dé más importancia a esos cuatro niños asesinados que a la noticia de la entrega de María del Pilar Hurtado, por ejemplo”.

Seamos honestos: seguramente a buena parte de los que comparten el estado de Gustavo Bolívar les importan los niños del Caquetá tan poco como el pie de James, o el hijo de Shakira, y seguramente lo habrían pasado por alto de no haber ocurrido las tres noticias casi al tiempo. Sólo son pretextos para presumir de intelectuales. Para los que genuinamente se incomoden con el cubrimiento que se le dio a la fractura de James (porque estamos de acuerdo en que fue un poco exagerado), les respondo: sí, no parece justo que se dé tanta importancia a un jugador que a la muerte de cuatro menores de edad. Pero esta es una de las tristes realidades que ocurren a diario en el país. La gente busca alejarse un poco de estos hechos, y por eso, preferirán saber de los triunfos de nuestros futbolistas o del hijo de un famoso. Y esto no es pan y circo, no; ese no es más que un argumento basura. Es simplemente un bálsamo que se busca por poco tiempo. Nada de esto es intrínsecamente inmoral. Porque lo cierto es, y me disculpan si suena cruel, que la gente tiene problemas a diario que son más importantes para ellos que cuatro niños muertos o un jugador lesionado; esas son sólo distracciones de paso. La vida sigue, y no se detiene por una masacre o un famoso.

2. Nuestra Miss Universo, Paulina Vega, ya se perfila como el blanco de críticas por una entrevista en la que dijo estar “obsesionada con Starbucks”, prefiriendo su café al colombiano. Ya algunos incluso teorizan que los recientes compromisos que la reina ha adquirido con empresas y marcas podrían tener que ver con la cadena de cafés.

Esto no será más que un síntoma del enfermizo nacionalismo excesivo que se respira en el país. El año pasado se vieron muchas críticas cuando se abrió el primer puesto de Starbucks en el país, ya que una gran fila de personas se formó ante el lugar. Seguro, no pocos de los clientes eran presuntuosos que querían lucirse por haber probado el café de esta cadena. No obstante, ¿por qué esto es realmente objetable? ¿Acaso le hacían daño al lector por probar un café de Starbucks? Y, por supuesto, entre los clientes, seguro habían personas que simplemente querían ser parte de una nueva experiencia. ¿Por qué debe ser esto motivo de prejuicios? En particular, si no le afecta, ¿qué le importa a usted que haya colombianos bebiendo café de Starbucks? ¿Qué le importa que a Paulina Vega le guste más el café de Starbucks que el de, por ejemplo, Juan Valdéz?


Es bien sabido que el café de mejor calidad en Colombia es el que se exporta; lo que tomamos en el país no es tan bueno, aunque la preparación también cuenta en calidad. Es muy seguro que gran parte del café en Starbucks proviene de nuestro país (quizás no el 100% que aseguran sus directivos en Colombia, pero sin duda es un gran porcentaje), así que no es tanto una “traición a la patria”, ni a nuestros campesinos, como a muchos de los populares mamertos les gusta afirmar. Claro, nos traen café de nuestra propia tierra a mayor precio; sin embargo, pagar por calidad no es objetable. En términos económicos, que la gente esté dispuesta a pagar un alto precio por un producto que podría ser de mejor calidad que los que se ofrecen aquí muestra que ese producto realmente vale su precio. Y, para terminar con tonterías chovinistas, no es nada útil ni práctico usar productos del país si son de menor calidad que los que vienen del exterior. La competencia entre productos debería ser un incentivo para que las empresas de Colombia se esfuercen en mejorar la calidad de sus productos.

Como lo dije en la anterior noticia, hay cosas más importantes por las que preocuparse que si Miss Universo bebe o no café de una empresa colombiana. Después de todo, es su entera elección, y mientras no haya lesiones a terceros, nadie tiene por qué intervenir o indignarse por ello.

Nota final: seguramente hay muchas personas que tienen gustos prioritarios que pueden parecer extraños o indignantes para algunos. Por ejemplo, personas que hablan con frecuencia de fútbol, o que disfrutan su día entre mangas y animes. Eso no lo afecta a usted. ¿Por qué hacerse malasangre por ello?

Comentarios

  1. Los mamertos con ínfulas de intelectuales, cercanos a la mentalidad de Gustavo Bolívar, tienen una moral de mierda, se hacen los indignados por las masacres y los crímenes pero son los primeros en aplaudir idioteces pacifistas y politiqueras del gobierno, si es con las FARC, porque con los paramilitares o militares delincuentes, con esos ni perdón ni olvido...

    No es que de verdad les indigne es que es la moda colectiva para quedar bien ante otros, dándoselas de interesado por el país, mera competencia por dárselas de informado, pero en realidad ni el mismo Bolívar ni cuánto pendejo le huela los pedos sabe cómo se arrastra entre la miseria y el tercermundismo el municipio del que proviene el tipo, y en el que vivo, ahí para empezar.

    De por sí es irracional la crítica mamerta, pues mientras la terrible muerte, que es execrable sin excusas, de los niños sucede, el maltrato infantil, las violaciones, las masacres y calamidades afectan TODO el país, y no veo un centro de control especializado para tratar e informar sobre todo esto, los únicos que le dan la cara y están al tanto son la fuerza pública, los de urgencias, rescatistas y bomberos, pero pendejazos indignados por twitter que critican a los que no hace ni dicen nada, tampoco hacen NI MIERDA.

    Y en en Estados Unidos bien reciben a altos costos el café de aquí y quién sabe si se se vean los mismos pendejos chovinistas xenofóbicos odiando el que la competencia gire hacia el extranjero por ser mejor, hay que decirle a los burros patrioteros que los de Starbucks mientras no violen la ley (pagar impuestos, cumplir normas de salubridad, etc.) no hay problema, otra cosa es que afecte la estupidez nacionalista incapaz de aceptar que algunos prefieren este café y es su gusto.

    Sí hay más cosas importantes que las preferencias de Miss Universo, pero los mismo indignados pseudointelectuales se estancan en esto y no se asustan por la violación del laicismo o el desprecio por la ciencia, no, eso no entra en mentes bananeras y colombianazis.

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    1. Rudo, pero realmente cierto. La verdad es que es un espectáculo de tonterías cada vez que salen a criticar este tipo de cosas, pero siempre son del mismo estilo, y sin ningún argumento sólido.

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    2. Lamento la rudeza pero es ofensivo que los estúpidos traten como estúpidos a otros por cuestiones así, siendo lo mismo que tratan de "criticar". ;)

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